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"Día nublado"

Su respiración era entrecortada, de alguna forma su pecho era oprimido por un fuerte dolor, era como si su corazón se fracmentara. Yeonjun siempre se dijo así mismo que volver no le afectaria, pero aquí esta sufriendo internamente con tan solo unas palabras.

—Nunca me enseñaste nada bueno...  —Yeonjun dijo trato de sonar firme, aunque las palabras por poco querian salir entrecortadas. —Al menos no que yo recuerde.

Su padre suspiro, aunque no quisiera, tener a su hijo lejos le afectaba tanto como a Yeonjun, se sentia culpable, solo que estaban tan enojados entre ellos y consigo mismos que no tenian el valor para poder hablar de la forma adecuada. Ademas de la muerte de la madre de Yeonjun, el cual era el motivo principal de su separación. Aún les dolia tener que recordar todo lo que paso despues de ello.

—Supongo que no quieres verme  ¿Verdad? —Cuestionó el ya viejo padre de Yeonjun.

—Si lo sabes ¿Porqué preguntas? —Yeonjun contesta, aún perdido en su espacio, estar en esa situación y en ese lugar lo hacia sentir pequeño.

—Yo pense que... —Dudo, el padre de Yeonjun dudo, si no le creyo antes talvez ahora Yeonjun tampoco le crea, pero este mismo no lo dejo continuar.

—¿Qué? ¿Pensate qué? —Esta vez fue Yeonjun quien hablo, muy consentrado en aquel peluche en su cama y en el enojo que sentia al verlo.

—Pensé, que podriamos arreglar las cosas... ya estas más grande, supongo que sabras entender... —Hablo el padre de Yeonjun, intentando explicar.

—¿Entender que? Que mataste a mi madre, que le disparaste en el pecho frente a mis ojos ¿Eso es lo que debo entender? —Pregunto Yeonjun empezando a alterarse, si su padre queria aquello, Yeonjun se encargaria de hacerlos sufrir, así como el lo hizo. —De pensar algo a hacerlo, hay muchos pasos y obstaculos, cosa que no pienso atravesar por ti... no lo vale.

Aquellas palabras afiladas, cortaron profundo el corazón, pero el papá de Yeonjun no se rendidia tan fácil, por ahora lo dejaria así, no queria empeorar el humor de su hijo, sabia que cuando este estaba alterado siempre respondia de manera impulsiva. —Bien, hijo...

Aunqur yeonjun no lo dejo continuar, si hiba a estar en esa casa, él aseguraria de no tener niguna relación afectiva con el hombre detras suyo. Volteo y lo miro defrente, encarando su más grande miedo despues de casi 10 años. —No —dijo simplemente y su padrr supo a lo que se referia, pero no hacia daño volverlo a repetir, al contrario a Yeonjun le dio un poco de fuerza —te dije cuando me fui, que jamas volvería a ser tu hijo y sigo manteniendo mi palabra, espero que tu tambien puedas cumplir con tu parte, Sungwon.

Que Yeonjun mencionara el nombre de su padré, hizo que el ambiente se volviera aún más pesado, pero era necesario para poder sellar aquella promesa interna que Yeonjun tenia consigo mismo. Sungwon se sorprendio por aquello, Yeonjun habia crecido y ya tenia en claro la relación que queria con el, suspiro rendio, si su hijo no queria, no tendria porque obligarlo.

—Bien, en ese caso no insistiré más... —hablo el padré de Yeonjun acercandose, quedando a tan solo unos dos escasos pasos de su hijo —la llave... — hablo extendiendo el brazo abriendo la palma de su mano para que Yeonjun se la entregara, sabia que una vez se la diera habia la podibilidad de que al cerrar esta habitación jamas se vuelva a abrir.

Yeonjun quien trataba de no desmayarse ahí mismo, extendio su brazo entregandole la llave a su padre, tenia que mostrar fortaleza aunque solamente fueera una fachada de todo el dolor que tenia dentro suyo. —Bien, entonces me iré — hablo y paso por un costado a paso apresurado, se sentia tan horrible, si antes le encantaba jugar en su habitación, ahora la sentia tan sofocante, tanto que no podia respirar.

𝙴𝚕 𝚊𝚛𝚋𝚘́𝚕 𝚍𝚎 𝙼𝚢𝚛𝚛𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora