𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐈𝐒 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐔𝐓 ; ; 𝐖𝐃𝐘𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐈 𝐈

I

Tres años después

Belgravia, Londres, Reino Unido.

El chirrido de la tetera indicaba que el agua estaba en el punto exacto.

Era una mañana helada gracias a la tormenta de nieve durante la madrugada.

Abrió ligeramente la cortina para poder echar un vistazo a la maravillosa imagen que otorgaba la naturaleza al cubrir la acera junto a los tejados cercanos.

Con un grueso gorro de felpa escondiendo los mechones rizados y rebeldes, envuelto en una manta caliente el cuerpo del castaño se refugiaba del clima áspero.

── Blue. ──tomándolo desprevenido, el llamado de su hermano mayor le hizo dar un pequeño salto en su sitio mientras soltaba un grito apenas perceptible, sonriendo después de reconocerlo.

── Po, ¿qué sucede? ──se alejó de la ventana, metiéndose entre sus brazos, siendo correspondido al instante.

── Nada, cariño. ¿Todo está bien? Lamento asustarte, te veías bastante entretenido, ¿quieres salir más tarde? Te acompañaré. ──negó con la cabeza antes de apartarse para tomar una taza de la alacena.

── No es necesario, me gusta ver la nieve desde aquí. Lo menos que necesito es un resfriado antes de la fiesta de fin de año.

── Faltan tres semanas para eso, ¿Crees poder aguantar? Siempre has sido enfermizo cuando el invierno se acerca.

── Claro que si, tengo que lucir increíble esa noche y no ser un saco de mocos febril. ──ambos rieron ante el comentario y al sentarse justo frente a Nattawin, finalmente decidió atreverse a preguntarle aquello que llevaba tiempo rondando por su mente── Apo, ¿por qué tienen tanto miedo a dejarme solo? ──al principio creía que era imaginación suya, pero con el tiempo se dio cuenta de que no era así.

Desde que fue dado de alta después de aquel accidente no comprendía nada de lo que sucedía a su alrededor.

Personas que no conocía se mantenían al pendiente suyo, contándole historias que por algún motivo no reconocía como suyas.

Le había costado un poco, pero al final se había adaptado.

Sus hermanos eran el mayor de sus motores, y a pesar de no recordar nada de su vida antes de despertar en esa habitación, también podía percibir ese amor con el que cuidaban de él, inclusive calmaron la inquietud que agitaba su corazón causando estragos.

Apo intentó ocultarse bajo su taza de té, por lo que Blue la tomó, apartandola de forma suave.

── Es un país extraño, me temo que te podrías perder. ¿Qué pasaría sí vuelven las migrañas y de pronto olvidas donde vives?

── Po, llevamos viviendo aquí tres años, ¿por qué dices que es extraño? Además, Barcode sale seguido y no te veo encima de él como lo haces conmigo. Tengo veinticuatro años, no soy un pequeño.

── Para mí te comportas como uno. Code y tú siempre van a ser mis niños.

── No soy ningún niño. ──protestó Tinnasit al aparecer por el pasillo, recargando su cabeza encima del hombro de Blue, quien lo rodeó con su brazo para meterlo bajo el calor de la manta.