VI - [ Maratón Especial 3/7 ]

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El tiempo había transcurrido tan rápido que la mayoría no podía acabar de digerir lo que estaba sucediendo.

Siete meses se extinguieron como la pólvora ante el contacto con el fuego y provocaron una explosión de sucesos que, incluso los involucrados no podían reconocer.

La desconfianza e inseguridad en Nattawin y Thanayut después del incidente con Perth había escalado al grado de turnarse para vigilar constantemente los movimientos de Blue, llegando a la terrible verdad de lo que llevaba tiempo ocultando tan celosamente que cuando los vio aparecer el día que pensaba escapar con Patchanon, estuvo apunto de desmayarse.

Todavía no comprendía lo que había sucedido.

Había sido tan cuidadoso. Extremadamente meticuloso.

Ambos estaban tan emocionados que en ningún momento notaron el vehículo que iba detrás del suyo, de no ser porque en la parada en la gasolinera, un golpe desesperado contra el cristal de la ventana del copiloto le hizo girar el rostro para toparse con la mirada de Apo en una expresión difícil de descifrar.

Se había negado a salir del vehículo mientras se cubría los oídos con ambas manos e intentaba lidiar con el ataque de pánico del que era preso, por lo que al no saber cómo tranquilizarlo, fue el mismo Billy quien abrió la puerta, permitiendo que lo ayudaran a bajar y lidiaran con el asunto.

── Todo estará bien, amor. No te preocupes, nadie te va a lastimar mientras yo viva. Ya no. ──le había escuchado decir a Nattawin mientras sostenía entre sus brazos a Blue, quien en ese momento ya se encontraba en un llanto inconsolable mientras les rogaba por su perdón.

En ese preciso instante comprendió que, sin importar lo que sucediera, ni los esfuerzos que pusiera; el lazo retorcido entre ellos y Phassakorn era irrompible.

Estaban unidos por una dependencia enorme y no había sitio para alguien más. O quizás era él quien no lograba adaptarse a ello.

Necesitaba más que promesas.

No le era suficiente un par de minutos, tampoco los besos fugaces a escondidas del mundo entero.

Billy quería a Blue, pero tenía otras prioridades, deseos de no ocultarse como el peor de los criminales y eso era algo que desafortunadamente no podía obtener con él, así que cuando el día llego, nadie pudo avecinar la tormenta en la que se convirtió aquel día.

── No puedo seguir así, amándote a medias porque tienes miedo de lo que va a suceder.
El día que decidas crecer puedes buscarme, pero no te garantizo que seguiré ahí, esperando por ti. ──el final de algo que no había comenzado del todo estaba ahí.

Aquellas palabras habían llegado a lo más profundo de su corazón.

Se había quedado callado desde el inicio y solo lo observó marcharse después de darle una mirada decepcionada ante su falta de respuesta. Aunque la realidad era que no sabia cómo procesar aquello.

Era cierto, vivía prisionero en una burbuja donde sus cercanos lo cuidaban al grado de asfixiarlo, pero siempre había sido tratado con tanto amor que lo compensaba en gran medida.

Por eso se sentía tan comprometido.

Su deuda era invaluable, y aunque con ello sacrificara su corazón, era mejor así.

Al final sabía, o al menos sentía que Billy merecía algo más, muchísimo mejor que él.

No era poca cosa, no se consideraba así, pero jamás podría darle todo lo que seguramente alguien más podría, y estaba bien con ello. Tan solo deseaba que su corazón estuviera en sincronía con su cerebro para frenar el dolor que le apretaba el pecho y le quitaba el aliento.

𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐈𝐒 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐔𝐓 ; ; 𝐖𝐃𝐘𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐈 𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora