La puerta había sido cerrada con tanto cuidado para no despertarlo, que casi salta del susto al sentir un par de manos rodear su cintura.
── ¡Me asustaste, tonto! ──se quejó en voz baja, golpeandole la mano antes de sentir sus labios contra su cuello.
── No pude resistirme al verte así, ¿sabes lo mucho que te extraño? Estoy celoso del tiempo que pasas con él.
── No tendrías que quejarte, fuiste tú quien lo prefirió así. Sí tan solo te animaras a decirle no tendríamos que ocultarnos. ──respondió con simpleza antes de girarse y besarlo── ¿Cuando vas a decirle, Jay? ¿Acaso tienes miedo de que Bible se enoje al saber que faltaste a su amistad y te encargaste de conquistar a su esposo? Pobre, aún no se da cuenta de que he sido yo todo este tiempo.
── Dejemoslo creer eso un poco más, ya después encontraré la forma de explicarle. Por ahora quiero disfrutar de este tiempo contigo, ¿no te emociona la adrenalina de ser descubiertos? ──entre cada palabra besaba cada parte que había sido marcada por Sumett, demostrando así la silenciosa batalla territorial que llevaban efectuando para el desconocimiento de una parte.
Cuando lo sintió descender el toque hacía el inicio de sus pantalones, lo frenó de golpe, apartandolo un poco.
── No podemos, podría despertar en cualquier momento. ──aun así intentaba continuar sin despegar sus labios de la zona de su cuello. Para fortuna de Build, gracias a eso no podía ver el gesto de desagrado que estaba poniendo.
Respiró con profundidad y lo apartó con fuerza, dándole un beso fugaz antes de darle un guiño y escapar a la cocina, siendo seguido por él, obviamente.
Mentalmente se repetía que ya era hora, que estaba a punto de terminar con la pesadilla y obtendría lo que tanto había deseado desde un inicio.
Le había costado un poco, pero al final logró sacárselo de encima con la promesa de hacerlo por la mañana.
Cuando se metió a la habitación, fue directamente al baño, encerrandose en este y al mirarse en el espejo no pudo evitar derramar un par de lágrimas al ver su aspecto.
── No, no tienes que ser débil, ya no. ──se recriminó en un tono bajo── Esto lo hago por nosotros. No me mires así, es la única forma. ──se limpió las lágrimas con rabia, dejando un rastro rojizo a su paso.
Soltó un suspiro y la imagen al otro lado del reflejo le miraba con consternación, inclusive pena.
── Tú estarás bien, me encargaré de eso. Así que la próxima vez evita llorar. ──tan solo asintió sin decir nada más.
Ingresó a la ducha y se encargó de lavarse bien, ignorando el ardor que la fuerza le provocaba.
Bajo la lluvia artificial lloró unos minutos más y al salir, limpió la humedad que cubría el espejo, sonriendo ante su propia imagen instantes después como sí nada hubiera sucedido, encargandose de finalizar su rutina de baño.
Se colocó la pijama y luego de secarse el cabello se metió a la cama, abrazando a su pareja antes de dormir profundamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
