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Cape Panwa, Phuket, Tailandia


El tiempo pasaba rápido.

Sin darse cuenta los meses habían pasado, y pronto cumpliría medio año de que Blue descubriera la verdad.

No estaba en su totalidad seguro de lo que sucedía a su alrededor, pero las notas hechas por si mismo eran una constante cada que se sentía desorientado.

En ocasiones cuando despertaba encontraba algunas marcas cubriendo su rostro, brazos o piernas, pero recordaba cada parte en las notas; no preguntes.

Y así era como constantemente sobrelleva la situación.

Build por su parte tomando todo lo que, sabía, Blue no podría soportar ni un minuto.

Porque si, su deber era protegerlo, o más bien, protegerse. Cuidar esa parte de su ser que no había sido consumido por el odio, por el dolor y la decepción.

No existía un interruptor que lo hiciera aparecer, no se trataba de eso, era algo mucho más profundo y doloroso.

Un detonante, una palabra o acción lo hacía regresar.

Conocía a la perfección cada gesto en Bible y la forma tan retorcida en que decía amarlo.

Al principio creyó que estando lejos, que sin los fantasmas del pasado sería capaz de ser el mismo hombre al que había amado en un pasado, pero cada golpe o palabra hiriente que le otorgaba en proporción al cuidado y anhelo que brindaba en un intento de redención ante sus actos era una prueba fehaciente de que las personas no cambian, no cuando han mostrado su verdadera forma.

Había dejado de sentir, de llorar y lamentarse.

En cuanto él se daba vuelta, limpiaba cualquier rastro de llanto y durante las noches que se encontraba presente no podía dejar de imaginar como sería ese grandioso momento en el que finalmente lo sacaría de su vida.

Lo había intentado una vez.

En un arrebato de impulsividad durante una de las tantas peleas que sostuvieron le había cortado la mejilla con el filo de un vidrio, resultado del jarrón que Bible le había lanzado antes de tirarlo al suelo e intentar asfixiarlo.

Había sido un movimiento estúpido, lo sabía.

Y ahora cada que se miraba al espejo era un recordatorio para retener sus impulsos.

Su encierro finalmente terminaba, y no podía estar más ansioso por ello

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Su encierro finalmente terminaba, y no podía estar más ansioso por ello.

Se había levantado rápidamente por la mañana y tomado una ducha larga, esmerandose en su arreglo al encontrarse frente al espejo.

Era un día especial; casi podía sentirlo en la punta de los dedos.

Dió los últimos toques de maquillaje para cubrir las tenues marcas de las manos de Bible sobre su cuello, y un poco más de iluminador por encima del pómulo, logrando así hacer contraste y emparejar el tono en ambos lados.

𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐈𝐒 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐔𝐓 ; ; 𝐖𝐃𝐘𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐈 𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora