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Belgravia, Londres, Reino Unido


── ¿No se suponía que lo dejaríamos de vigilar? ──Barcode se quejó mientras sostenía la carta del menú cubriendo su rostro.

Llevaban media hora en aquel restaurante en una mesa cerca de una esquina.

── Tengo un mal presentimiento, y aunque sea una simple reunión escolar, no quiero que se exponga. La última vez que no hicimos nada casi lo perdemos. ──Levantando sus gafas de sol, Apo espió en dirección a la mesa donde Blue sostenía una conversación animada con un par de chicos.

Llevaban a cabo la organización del baile de invierno, y por supuesto no perdería oportunidad para apuntarse a ayudar.

Cualquier roce, por más mínimo que existiera entre el azabache y alguno de los chicos provocaba que Nattawin quisiera levantarse para tomar a su hermanito y llevárselo de ahí. Sin embargo, era detenido por Code constantemente.

── No podemos encerrarlo en casa para evitarle el contacto humano, eso no es correcto. ──insistió, ya estaba cansado de la situación.

Amaba a Blue, era su hermano, tan cariñoso, amable y dulce que haría lo que fuera para protegerlo, pero sabía que no podían privarlo de vivir plenamente por más tiempo.

Cada día era lo mismo.

Alguno de los chicos llamaba en diferente horario y revisaban el itinerario del chico. Se alarmaban sí existía algún hombre rondandolo, armaban un complot y cualquiera de ellos se presentaba para ahuyentarle.

── Haremos todo por protegerlo ahora, no volveran a herirlo, ya no. ──Afirmó, obteniendo una negación por parte del menor, quien solo soltó un suspiro cargado de pesadez.

En cuanto a ese tema, tanto Apo como el resto eran inflexibles.

El moreno regresó la atención a la mesa, encontrandose con el sitio vacío, sin rastro alguno de su hermano.

── Pero que... Maldición, no está. ──se puso de pie rápidamente y salió a toda prisa no sin antes dejar un par de billetes sobre la mesa, siendo seguido por Tinnasit.

Corrieron por la avenida intentando encontrar la figura de Phassakorn entre la gente, pero era difícil de hallar, pues era una calle transitada.

No lograron encontrarlo y Nattawin tiraba de sus cabellos con fuerza mientras se recargaba contra la pared.

── Lo llamaré, ¿Está bien? Siempre atiende su celular, no te preocupes. ──Deslizó el aparato de su bolsillo, presionando la marcación rápida la llamada fue enlazada. Timbró una, dos veces y no hubo respuesta──. Hey, Blue. ──inició, alejándose de donde se encontraba su hermano, incluso manoteando para evitar que le arrebatara el teléfono──. ¿Dónde? Oh, solo llamaba para preguntar sí seguías en la cafetería, quería alcanzarte para comprar un batido. ──mintió, en realidad la llamada no había sido tomada pero era la única forma de calmar los nervios de su hermano── Ya estas camino a casa, comprendo. No, no te preocupes, quizás más tarde podemos ir juntos. Muy bien, te esperaré en la entrada, claro. Yo también te quiero. ──y fingió cortar la comunicación mientras recibía una mirada instigadora del mayor──. Ya va camino a casa, hay que tomar un taxi, no puede llegar antes que nosotros.

── Vamos entonces, anda. ──Le tomó la mano y caminaron rumbo a la esquina, donde extendió el brazo hasta que se detuvo uno de los característicos vehículos amarillos.

La verdad era que no lo había llamado, tampoco iba a casa, pero sí lo había visto cruzar hacía el callejón detrás de la cafetería por donde pasaron a toda prisa.

𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐈𝐒 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐔𝐓 ; ; 𝐖𝐃𝐘𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐈 𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora