Por primera vez no había personas merodeando, ni caminando de un lado a otro en estado de total crisis.
Ahora solo estaban dos hermanos en distintos extremos de la sala con el televisor encendido.
── ¿Cuánto tiempo dices que dura el retiro al que se fue Blue? ──la voz de Apo llamó la atención de Barcode, quien se mensajeaba con Ta muy entusiasmado.
── Cinco días aproximadamente. ¿Por qué? ──despegó la vista de la pantalla para voltear a verlo, estaba un poco sorprendido del progreso, si, pero al mismo tiempo tenía la sensación de que algo saldría mal.
── Oh, no, por nada. Es solo que... La casa se siente tan vacía sin él. ──admitió── quizás podríamos alcanzarlo, ¿no crees?
── Recuerda lo que dijo Jeff sobre darle su propio espacio. Fueron ustedes los que le provocaron la sobrecarga. Permite que respire un poco, no va a pasarle nada malo. Va con un grupo de estudiantes. Sammy es una buena chica, conoces a su familia, investigaron diez veces antes de permitirle ir. Además, llama cada tres horas, no te preocupes más. ──le había costado, a todos en realidad. Una decisión en extremo complicada el permitirle viajar por su cuenta, aunque fuera a solo unas horas de ahí, no se sentían listos.
Satur como su médico había intervenido luego de una larga charla con Blue.
Pensaron que un cambio de entorno podía ser positivo, brindarle la seguridad de ser dueño de sus decisiones y no cargarlo con más estrés ayudaría.
La realidad era que había cancelado dicho viaje por quedarse en casa de alguien más.
Por las mañanas partían a un parque para enviar las fotografías de prueba que sabía calmaban a sus hermanos al igual que a sus amigos.
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Blue durmió durante varias horas.
Tal vez producto del cansancio, quizás por los sedantes que le habían suministrado mezclado en la última bebida que le dio Chalach.
Las pesadillas permanecían presentes, haciéndose cada día más tormentosas, pero el rostro era totalmente imperceptible.
Otra vez se había removido durante el sueño, creyó que en cualquier momento caería al suelo, pero al despertar pudo notar que el lugar era totalmente ajeno a su conocimiento.
Se veía oscuro, silencioso y daba una vibra muy extraña.
De a poco comenzó a levantarse, retirando la manta que llevaba encima y pudo notar que no tenía la misma ropa del día anterior.
Durante un instante entró en pánico, comenzando a inspeccionarse detalladamente y lo único extraño eran unas pequeñas manchas amoratadas sobre su cuello y pecho.
Sus ojos se encontraban ligeramente hinchados, más nada venía a su mente.
Decidió que era momento de salir, por algún extraño motivo caminó sin hacer el mínimo ruido y se acercó a la puerta, podía escuchar voces en el exterior. Una era de Jay, ¿Pero la otra? Era familiar, o al menos enviaba un sinfín de sensaciones extrañas a su corazón, el cual se agitó intempestivamente.
