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La intranquilidad, el saber que algo que había ido por buen camino desde hacía mucho tiempo iba a volver a descarrilar, como ese beso que hacía que los trenes descarrilasen volvía al cuerpo del estudiante. David y toda su gente estaban cenando en casa del policía. — Tenemos que irnos a la casa de la playa cariño... Allá estaremos más tranquilos y podremos conocernos, mejor y a fondo... — El silencio era el antecesor en la mesa, por qué aunque Mane no había medido sus palabras, daba a entender otra cosa. — Este... Bueno... — Blanca hablaba mientras posaba el tenedor boca abajo en el plato después de habérselo llevado a la boca. Y todos estallaban de nuevo a reírse. — Oye... Te voy a dejar una cosa bien clara niño, que no me entere yo que le pones una mano encima a mi hijo...

El susodicho, que hasta el momento había permanecido en silencio hablaba con una sonrisa inocente en su cara. — Papá... — José miraba a su hijo y volvía a responderle. — Es que no me imagino a mi hijo... En ciertas situaciones... — Era como si una batalla se estuviese librando y las palabras saliesen disparadas, es por eso que Mane respondía. — No se preocupe, la vamos a pasar muuuy bien... — De nuevo, el esposo del universitario le tocaba el muslo y esa vez se dejaba hacer. David miraba como su marido hablaba sin ataduras, con una familiaridad que antes no sentía y no tenía y le encantaba, puesto que la terapia de Sheyla sí que estaba funcionando, en efecto el policía y David habían decidido, en el transcurso de esas dos semanas agenciarse una casa en la playa.

Brenda que también se introducía en la conversación seguía diciendo... — Ay quizás podamos ir nosotros también... — Blanca reprendía a su hija. - Nena, no puedes involucrarte en sus planes. — Ella miraba a su madre y respondía. — Bueno y ¿por qué no? — Todos permanecían callados mientras Blanca enumeraba los dos motivos principales que harían que en ese instante saltasen por los aires. — En primer lugar por qué es una pareja que se está consolidando y si se van a la playa es por qué a lo mejor necesitan intimidad y en segundo lugar, ya te dije que no me gusta nada que te le acerques a Gastón... — El aludido abría los ojos como platos, Brenda le miraba horrorizada y mientras su sangre bullía por una inesperada rabia. La discusión volvía a apoderarse de las dos. — ¿Otra vez con eso Ma? Ya te dije que no voy a cambiar de opinión en cuanto a mi relación y por supuesto que no tenías ningún derecho a decírmelo acá delante de todos nuestros amigos.

La Argentina había levantado la voz a medida que había ido hablando, su novio, tiraba la servilleta en la mesa que utilizaba para limpiarse a modo de frustración y se levantaba dispuesto a marcharse. — No te vayas Gastón por favor. — Luz madre hablaba, en su voz se notaba que de verdad no quería que se fuese. — Señora, Mane, David... Gracias por la invitación y ya nos veremos en otro momento ¿Si? — Gastón arropaba sus dos manos en una de las manos de David y luego hacia la misma operación en una de las manos de Mane. El matrimonio se miraba; Brenda se levantaba de su sitio y se unía a su chico y detrás iba Blanca... — !No tenés ningún derecho a hacer algo así mamá! — Los tres salían por la puerta dando voces y discutiendo.

Todos en la mesa se sumergían de nuevo en un tenso silencio mientras terminaban de comer... No entendían muy bien en qué momento habían llegado a esa situación, pero lo habían hecho.

Al poco rato, ya se estaban preparando, puesto que en esa misma noche habían invitado a todos al estreno del Karaoke "El Desenlace" por qué cada historia, cada razón de ser, cada momento de la vida en ocasiones se resolvía con una canción para llegar al final de una etapa y empezar otra. David apartaba las cortinas y miraba a través de la ventana de su habitación hacía las cortinas que había al otro lado, en la casa de enfrente, cuya oscuridad penetrante impedía ver lo que había al otro lado, ¿Cómo alguien podía vivir así? Si es que aún vivía allí, por qué esa es otra, nadie sabía nada de ella, nadie, la había visto salir ni entrar, era como si se la hubiese tragado la tierra, pero de saber todo lo que estaba por llegar los chicos se habrían prevenido mucho antes.

True Love (El Desenlace) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora