Beneath the milky twilight

Día 15: Primera Pelea

El detonante fue un paquete que Tom esperaba y Harry se suponía que lo recibiera.

Sin embargo, Harry se había quedado dormido, exhausto después de una noche de trabajo y una mañana de clases, y no escuchó cuando el mensajero llegó con el paquete.

Tom llegó media hora más tarde para encontrar una notificación pegada a la puerta, un recibo para ir a recoger el paquete a la sucursal de correos más cercana, que estaba a casi una hora de camino de su pequeño departamento.

Tomó la hoja con el folio y entró, cansado de su trabajo y hastiado de los clientes, solo para ver a un aparente tranquilo y despreocupado Harry dormido en el sofá.

Quizá fue el mal día que tuvo en la tienda, o los comentarios homofóbicos de su jefe, o el mal sueño que tuvo esa noche, el punto fue que no se pudo aguantar las ganas de ir hasta su pareja y sacudirlo para que despertara.

—Es bueno saber desde ahora que no puedo confiarte ni un pequeño favor.

Harry, aturdido, aun cansado, y confundido por el trato, solo miró a Tom con expresión perdida. Pero Harry no era bueno con las confrontaciones, y no se iba a dejar sermonear por cualquiera. ¡Ni siquiera su padre le hablaba así! ¿Quién se creía este que era?

—¿Perdón?

—Te pedí, Harry, que esperaras el paquete que llegaría hoy después de las cuatro —gruñó Tom, arrojando la notificación a la cara aturdida del otro —y llego para encontrarme con que no solo lo olvidaste, ¡estabas dormido!

—¡Pues disculpa si estoy tan cansado! —gritó Harry, levantándose y dejando caer el papel al piso —Quizá si ayudaras más con los gastos podría renunciar a la fabrica, ¡pero no quieres dejar esa estúpida tienda y yo no pienso dejar de estudiar!

—¡Ahora vas a decir que no gano lo suficiente!

Harry se llevó las manos a su cabello y jaló con un pequeño grito de frustración.

—¡No lo haces! ¡Y ni siquiera eres feliz en esa tienda! Si lo fueras, yo no tendría problema, pero ambos sabemos que lo odias y por alguna tonta razón no buscas algo mejor.

—¡No todos tenemos papis que nos paguen la escuela, Potter!

—¡Mis padres se olvidaron de mí cuando me mudé contigo y lo sabes, Riddle!

—Además, ¿Quién mantendría limpio este lugar si me fuera a trabajar a otro lado? —preguntó Tom, ignorándolo por completo y haciendo una seña a su alrededor, a su pequeño apartamento —¡Tu no sabes ni barrer!

—¡Al menos sé cocinar!

—¡Tu ropa seguiría toda rota y sucia!

—¡Los vecinos ya te hubieran quemado en una hoguera!

—¡Estudiar artes ni siquiera sirve para nada!

Harry ya no respondió.

Tom supo que había ido demasiado lejos cuando notó como los ojos verdes de los que se enamoró se humedecían con lagrimas.

Harry tragó, desvió la mirada y se agachó a recoger la notificación del correo.

—Mañana pasaré por tus cosas cuando salga de la escuela —murmuró y se alejó a su habitación compartida.

Tom hizo ademán de seguirlo, pero Harry cerró la puerta detrás de sí y Tom pudo escuchar claramente el sonido del seguro.

Harry no salió hasta que era hora de irse a su trabajo como guardia de seguridad. Evitó mirar hacia Tom y ni siquiera intentó prepararse el pequeño lunch que siempre llevaba. Lo que era peor, Tom pudo ver la mochila que Harry usaba para la escuela, lo que significaba que tampoco lo vería por la mañana, cuando Harry usualmente pasaba a ducharse y cambiarse antes de clases.

¿Y todo por un paquete?

Tom lo meditó toda la mañana antes de irse a la tienda.

Quizá se habían juntado pequeñas cosas que ni siquiera había notado que le molestaban.

Quizá si le hubiera dicho a Harry que le ayudara con la limpieza, no hubiera sentido que todo lo hacía él.

Quizá si dejara la tienda y consiguiera un mejor empleo, podría ayudar con los gastos del departamento y Harry podría dejar su trabajo en la fábrica para concentrarse por completo en su arte y sus estudios.

Quizá podía arreglar las cosas. A fin de cuentas, ¿qué era una relación si no una constante solución de conflictos? Solo esperaba que Harry le perdonara.

[[es su primer pelea, claro que será por algo absurdo jasadj]]