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— No, no, no, ¿insectos qué lanzaban ácido? — me cruce de brazos, mientras negaba

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— No, no, no, ¿insectos qué lanzaban ácido? — me cruce de brazos, mientras negaba. Mi gesto se contrajo en una mueca ante eso. — ¡puedes hacerlo mejor! Es halloween, cariño.

Un quejido de protesta llamo mi atención, ladeé mi rostro encontrándome a Trunks sentado en la alfombra alcolchada, sus piernas apoyadas en cojines, — creo qué era buena, me gusto. — admitió dándole la razón a su padre, aún traía parte de su disfraz de hechicero, en teoría solo traía la capa y su pijama.

— No lo sé, a mi me parecen lindos los gusanos. — Respondió Goten a su lado, enrollado en su cobija.

Ruedo mis ojos, notando la sonrisa de Vegeta por su victoria. Me levanto del asiento, — ¿qué vas hacer, mujer? — inquirió curioso.

Rápidamente suelto mi cabello de la coleta que tenía, mientras siento las lentejuelas de mi vestido moverse, es de varios colores, eso me da una grandiosa idea. Apago la luz de la sala, dejanso solo un reflector de un tono violeta hacia la pared, — me parece que tengo algo, — me acerco a paso silencioso. — puedo asegurarlo, ahora, ¿quieren una verdadera historia?

Casi puedo ver la sonrisa de Vegeta, — impresioname. — me reto.

Cuidado con el océano, ese gran cuerpo de agua que es el hogar de un sin fin de criaturas, algunos desconocidos. Nadan por todas partes, sin necesitar oxigeno, sin un hogar, solo fluyendo como el agua, — la luz violeta cambia y genera una imagen de olas moviéndose, me siento dejándola detrás de mi. — temidas por aquellos hombres que se creían dueños del mar, pues su canto algún día a más de uno cautivo.

Lo vi en ese momento, los tres hombres frente a mi estaban expectantes. Continue; — nada unos cinco mil metros en el mar, encontraras barcos abandonos en ese lugar, pero no podrás poseer sus riquezas, pues, ellas no te dejarán ir. Pero a pesar de eso, en el fondo del mar existia una promesa eterna, pues sus habitantes creían en eso más que nada. Si dos corazones latían en el cofre de la muerte, sus vidas quedaran atadas, pero nadie había hecho eso, hasta que dos seres probaron sus limites, ¿quieren saber quienes fueron? —  todos asintieron sin dejar de verme, al parecer curiosos.

El Cofre De La Muerte. || V.B ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora