ESPECIAL DE HALLOWEEN. 🎃
La noche de Halloween es una festividad humana, algo extraña para el príncipe de los saiyajin, pero al final una que no fue desagradable.
¿Como logro su esposa qué le gustara esta típica celebración?
N/A
Temática: Mía.
Per...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tenerla que dejarla ir nuevamente había sido más cruel de lo que pensó que seria, pero lo peor de todo fue que en el día no pudo verla, sabía que estaba allí, pero temía por su vida, ella fue clara, podía estar en tierra o mar, no con la mitad de cuerpo en cada uno.
La celebración de ese día era tributo a los muertos, todos beberían en honor a sus familias, el día de todos los santos. Vegeta se escapo de la velada y rápidamente corrio para buscar a la joven, tenía todo listo y hasta supo por donde podría sacarla.
Al llegar, lo que vio lo dejo paralizado, era ella. Era Bulma pero su cuerpo había perdido la fuerza, cayó sobre la parte sólida, inconsciente. Iba perderla de nuevo, pero eso no se lo permitiría. Sin dudarlo saltó hasta donde ella, para inclinarse, — ¿Bulma? ¡Bulma! — la llamó, tocando su rostro, pero no reaccionaba.
La desato nuevamente y con enorme esfuerzo la cargo, su cola se arrastraba levemente, — no voy a perderte otra vez. — salio del lugar, para luego dirigirse al pasadizo que lo llevaba a la playa, no se detuvo ni un segundo.
Corrió hasta llegar a la orilla del agua, y se adentro en el mar con ella, aguantando la respiración. La removió suavemente, pero seguía sin reaccionar, salio y tomo aire, para volver y en un acto de desespero, justo debajo del mar, la beso.
La corriente los movio levemente y él sintio el suave toque de sus manos. Al separarse, ella lo guió hasta la orilla, quedándose por un momento bajo el agua.
Aliviado, así se sentía. Tosió un poco y se levanto, observando el mar, sabiendo que ella estaba ahí, perdido en sus pensamientos, pero un fuerte dolor lo distrajo.
— No debiste liberar a mi sirena. — fue lo ultimo que escucho, antes de caer de rodillas. Era la voz del rey, lo habían descubierto.
