ESPECIAL DE HALLOWEEN. 🎃
La noche de Halloween es una festividad humana, algo extraña para el príncipe de los saiyajin, pero al final una que no fue desagradable.
¿Como logro su esposa qué le gustara esta típica celebración?
N/A
Temática: Mía.
Per...
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Los días pasaron, y al llegar a la isla, rápidamente la busco, una niña de cabello azul con ojos iguales, pero al no encontrarla creyó que había alucinado.
Era poco probable, ¿qué hacía una niña en el mar y como diablos lo salvo? Se sintió tonto, tal vez había sido su cabeza.
No quiso ilusionarse más, simplemente lo dejo ir sin exito, quería ver a la niña que le salvo la vida, agradecerle, se lo merecia y él tenía honor. En protesta camino por la playa, hasta que luego de unas horas, logro ver una cabellera, era una niña sentada en una roca. La reconoció.
Corrió hasta ella, — ¡eres tú! — grito al tenerla de frente, ella rio mientras se cubría con una manta, dio un gesto confundido, — ¿no tienes ropa? ¡no! Ven, déjame ayudarte. — se quito su camisa blanca que era más grande y se la entrego.
La tomo colocándosela y acepto su mano para bajar, pero sus piernas faltaron, él con sus brazos la sujeto, — estas muy fría, voy a llevarte a donde me estoy quedando, es lo menos que puedo hacer. — explico sosteniendola, al verla de cerca le calculo tan solo unos doce años.
Llegaron por la puerta de atrás y se encargo de traerle ropa, pero solo pudo conseguir un pantalón y camisa, encendio el fuego de la chimenea, trajo comida, hizo lo posible. Ella lo veía atónita y supo que podía confiar, — eres lindo. — ante su comentario, Vegeta casi deja caer su plato de comía. Estaban comiendo frente al fuego.
Se sonrojo, — ¿p-por qué dices eso? — tartamudeo la pregunta.
Ella sonrió, — es la verdad, dicen que los humanos son malos, pero eres lindo. — su cabello caía sobre sus hombres y la ropa le quedaba ancha, pero era una hermosa niña pensó él.
— Tú... No eres tan fea. — trato de halagarla.
Una risita se le escapo. Él pelinegro dejo la comida de lado, — no nos hemos presentado, soy Vegeta, — extendio su mano, ella lo observo curiosa, — debes tomarla y decirme tu nombre. — le explico.
Ella lo hizo y él noto lo suave de su piel. — soy Bulma...
