ESPECIAL DE HALLOWEEN. 🎃
La noche de Halloween es una festividad humana, algo extraña para el príncipe de los saiyajin, pero al final una que no fue desagradable.
¿Como logro su esposa qué le gustara esta típica celebración?
N/A
Temática: Mía.
Per...
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— Creerás en ella cuando navegues y una sirena oigas cantar, caerás ante su hechizo y sabrás lo que es una aparición, sentirás que tus sentidos se abruman ante esa voz y en ese momento no dudaras de lo que te digo, — con una risa jovial y orgullosa presumió; — con mis ojos he visto a ese ser, su rostro horroroso es, lleno de escamaz y deforme, dientes afilados que agrietan sus labios mientras que su voz es como escuchar la melodía perfecta de un violín, pero si te acercas demasiado, ellas te arrancaran el corazón.
Él capitán dejo salir una risa ronca, — hablas demasiado, Nappa, las sirenas no existen. — giro sobre sus botas, para luego acercarse al borde del barco, observando el atardecer.
Todos nuevamente se dedicaron a sus labores, no deseaban desobeder, conocían el carácter de su capitán y más que todo su historia, mitos corrían sobre el pelinegro.
El pirata más poderoso, navegaba en cualquier lugar sin temor a nada.
Se dice que fue abandonado por su antigia tripulación, con tan solo un cuchillo en medio de un isla y de un momento a otro como una aparición tomó venganza de todo aquel que se burlo de su nombre, quitándoles sus riquezas, convirtiéndose en el príncipe del océano.
Puedes ser temido o temer al mar, su decisión fue la primera.
Su padre lo abandono cuando tenía tan solo diez años y desde ahí trabajo de barco en barco, forjando su sabiduría.
El dinero lo es todo, pues la falta de este lo hizo saberlo.
El capitán del barco simplemente sonrió, su destino, aquel castillo del lejano país aislado en donde todos tenían riquezas, ¿su misión? Deshacerse de los prisioneros que se burlaron del rey.
Manchó sus manos con sangre sin temor a ser condenado, sabía que el verdadero infierno era este.
— ¡tierra a la vista, capitán Vegeta! — él sonrió, había llegado la hora.
