Capítulo 10.

5.6K 726 1.2K
                                    

—Harry, creo que deberías regresarme, no estoy vestido para la ocasión.–dijo con vergüenza.

—¿De qué ocasión hablas? –cuestionó con gracia.

—Bueno, van regresando de Italia y creo que ustedes no merecen que su primer día se la pasen cuidando a un enfermo.

Harry paró el auto.—Si lo haces por nosotros, lo último que queremos es dejarte solo y si lo dices porque te sientes mal, entonces te puedo regresar sin ningún problema.

—No, no es por mí, es que...

—Nada Lou, todo estará bien.

¿Debería creerle? tal vez no, pero aún así lo hará.

—De acuerdo.







—Anda, entra.–dijo el oji-verde, jalando a Louis del brazo.—¡es mi mamá Louis, ya la conoces!

—¡No quiere decir que no pueda estar nervioso! –exclamó con irritación.

—No es como que vengas a pedir mi mano en matrimonio, aún...–lo último, lo dijo en un susurro.

—¿Qué?

—Que comí atún, ¡ay, ya Louis! –dijo, cargó al oji-azul al estilo princesa y lo adentró a su hogar.

Louis comenzó a patalear.—¡Bájame o te juro que...

—¡Louis! –La voz de Anne se hizo presente.

Harry en ese momento se burló de la rigidez del cuerpo del más bajo, así que optó por ponerlo en el suelo de una vez, antes de que el interrogatorio comience.












—Muchas gracias por tus atenciones Anne pero creo que es momento de que me retire.–dijo el oji-azul apenado.

—Claro que no, estás equivocado si crees que dejaré que salgas con esta tormenta, quédate a dormir.–dijo la señora con amabilidad, en un tono totalmente maternal.

—O tal vez en lo que se termina de recuperar.–comentó el oji-verde, dándole una cucharada a su postre.

—¡Sería magnífico! –dijo Anne.—ya no tengo trabajo qué hacer, Harry se enferma cada año y qué mejor darle el amor de una madre a quién ayudó a mi hijo con su problema de asma.

Louis sonrió con amabilidad, realmente le caía muy bien Anne pero no estaba totalmente de acuerdo con abusar ante su cordialidad.

—No Anne, créeme que lo último que quiero es darte obligaciones que no te corresponden.

—¡Para nada! ya sabes, con el amor de una madre, todo es más sencillo.

Louis sonrió con nostalgia.—Hace años que no compruebo eso así que...

—Cariño, lo lamento, yo...

—No se preocupe, usted no sabía.–se encogió de hombros y miró al techo para retener las lágrimas en sus ojos.—debo irme.

—No cruzarás por esa puerta jovencito.–dijo en un tono autoritario, se puso de pie.—no queremos matarte o comerte, solo quiero qué al menos estés más aliviado pronto.

Louis lo pensó y vaya que lo hizo, ¿debería aceptar?

—Anne...

—No acepto un "no" como respuesta.










































—Lo siento por eso, mi mamá es insistente.–dijo apenado, mientras acomodaba la cama.

—Las mamás son así.–rió.

I'd marry you, HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora