Epílogo I.

3K 319 722
                                    

Todo contribuía a un determinado miedo.

Estar embarazado.

¿Siquiera esa palabra existía?

Todo el miedo que le consumió cuando la noticia llegó a su vida, fue inmenso.

Pañales, llantos, gritos.

¡Carajo!

¿Cómo podría él cuidar de otro ser humano? ¿cómo no supo antes que podía quedar en estado? ¿por qué demonios no se cuidó?

Sin fin de preguntas con vacías respuestas eran las que su mente creaba día con día.

Pero la idea siempre estaba ahí, el sentimiento de rechazo abundaba su ser.

No quería un hijo.

No quería parir, ¡aún fuera una puta cesárea! ¿saben el maldito dolor que traía?

¡Te inyectaban la columna vertebral! encima, la anestesia podía o no hacer efecto. Noches sin dormir, días sin comer, semanas sin tener tiempo para él, y todo ¿para qué? para años después soportar berrinches, gritos, ropas mugrientas.

No, definitivamente no quiere tener un bebé.

Tal vez quisiera hacer el momento más emotivo para Louis, porque lo ama y también es hijo de él pero no puede cargar con tanto.

No está dispuesto a pasar por todo ese proceso que claramente no va a disfrutar.

Así que con o sin el consentimiento de Louis, el feto no nacerá.

                          °°°°°°°°°°°°°

Louis ingresó a su hogar, con una mano en el cuello mientras que con la otra abría la puerta. Suspiró pesadamente, el hecho de estar últimamente desde que el sol anuncia un nuevo día hasta que la luna se hace notar en horarios nocturnos en el consultorio, no es su rutina favorita.
Desde que supo que iba a ser padre, decidió que su ausencia de paternidad sería algo larga. No pretendía dejar a su novio recién parido con un bebé.

Su bebé, por cierto.

Es por eso que decidió trabajar el doble estos meses, así para poder descansar en paz cuando su hijo decida llegar y apoyar a Harry en lo que fuera necesario. Apesar de que la emoción era grande, no podía evitar el resentimiento hacia el menor por no querer a su hijo o hija. No es que quiera obligarlo a portar con un bebé, solamente creía que el hecho de que fuera hijo suyo, significaría bastante.

Siendo honestos, ¿por qué no quería cargar a su hijo?

Es totalmente injustificable el hecho de "no estoy listo" venga, tampoco él lo estaba y aún así sentía que podía amar a ese ser que se estaba formando en Harry. Sonaría tal vez increíble, pero podía imaginarlo ya caminar por toda la casa, haciendo ruidos y llamándole por las noches.

Tal vez estaba perdiendo la razón.

Y es que no es su culpa, cuando el menor se enteró que era matriz y que encima ahora cargaba con una nueva vida en su vientre, fue casi como una bomba en su sistema. No lo culpaba, aunque no estaba de acuerdo con la decisión que quiso en un principio.

Caminó hasta dejar su maletín en el sofá, seguidamente fue por un vaso de agua helada hasta la cocina mientras se desarreglaba la tensa corbata atada desde la mañana. Una vez estuvo con su vaso a la mitad después de ser ingerido, decidió que era momento de subir a su habitación y lidiar con su novio embarazado, tal vez sacarle de ideas erróneas, discutir un poco o cenar. Lo que sucediera primero.

— ¿Harry? –cuestionó en voz alta. —he llegado, subiré. –avisó con gentileza.

¿Podemos catalogar lo que es sentir que el corazón estaba apunto de salirse en cualquier momento? el sentir es terrible, cuando la cabeza comenzaba a doler y las náuseas se hacían fuertes en sus papilas gustativas, podría definirlo como una de las peores emociones.

I'd marry you, HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora