Capítulo 12.

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Dedicado a: Dtommo_way dslarry2 hsl28a
Aurora_Stylinson04 Go_Tommo_Go_28

And the most special: babyhazziee




Definir concretamente qué o cómo es sentirse vivo, llevaría eternos momentos de desespero en varios individuos.

Algunos encuentran refugios en un trabajo, una ocupación, otros la encontramos en personas y eso está totalmente bien.

Lo que para muchos sea tal vez aterrante es el concepto sobre depender literalmente de una persona. Depender de su voz, sus caricias, su rostro, sus mensajes.

Con la constante necesidad de hacer cada cosa de manera sobresaliente para hacerlo sentir orgulloso, para que se dé cuenta de que no puede enojarse contigo, de que eres suficiente.

Eso apestaba.

Y tal vez es lo que constantemente vivió con su padre, agradecía al cielo, a su madre o lo que fuera que le hizo querer divorciarse y alejarse de él. Nunca fue una buena figura paterna, tampoco era el mejor ejemplo como padre, nunca le aceptó por ser como es, jamás se dignó a ponerse en su lugar, simpatizar con él y por un segundo darse cuenta de que le arruinaba con cada caricia, cada falso "te quiero", cada momento obligado que pasaba a su lado.

Desmond era una mierda como persona y como padre no fue la excepción.







La extraña calidez que sentía al pisar nuevamente estas losas era rara, el lugar era casi como lo recordaba, algunas cosas no estaban en su lugar, pero permanecían con ese raro toque hogareño.

Caminó con lentitud a la sala de espera donde antiguamente era paciente.

Divisó a una secretaria, muy joven para ser Sally, tal vez ella era...

—¿Harry? – escuchó una voz vagamente familiar.

Frunció un poco el ceño y se volteó sobre sus talones.

—¿Hola?–dijo a aquella mujer.

—Soy Sally, unos años más vieja.

Harry arqueó las cejas con asombro, ¿aquella mujer de cabellos con algunas canas, rostro mucho más maduro era la dulce Sally que le llevaba a ver a Myrtle?

— ¡Sally! cuanto tiempo.–dijo, caminando hasta ella para envolverla en un abrazo.

—Eres todo un hombre, ya no queda aquel bebé que se emocionaba por alimentar a una tortuga.–envolvió en sus brazos al más alto.—que vieja estoy.

Harry rió.—No seas dramática, eres toda una modelo todavía.–alagó.

—Siempre has sido un mal mentiroso.–rió.—¿qué haces por aquí? creo que en este hospital ya no eres candidato a paciente.

—En realidad venía a ver a Louis, ¿sabes si está ocupado?

—Él está con un paciente, no debe tardar, ¿por qué no le mandaste un mensaje?

—Olvidé pedirle su número.

—Pasó un fin de semana contigo y ¿enserio no se te ocurrió?–cuestionó con incredulidad.

I'd marry you, HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora