Capítulo 7.

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1 año y medio después...

—Señor Tomlinson, la última cita ha cancelado.–dijo Sally por el intercomunicador, haciendo que se sobre saltara de repente.

—Gracias por avisar.–respondió con pesadez.

Su estancia en prisión solamente fue de dos meses, no tuvieron evidencias de lo ocurrido y con los estudios hechos a Harry, fueron pruebas suficientes para dejarlo libre.

Y no es que ahora sea grosero o déspota, simplemente ya no era lo mismo.

No desde que los otros reos intentaron hacerle lo que creían que él había hecho.

Apesar de todo, es un dolor que solo él siente, recuerdos que le provocan escalofríos y náuseas.

Eso que nadie más sabe, solamente él.













—¡Vamos, Zayn! –alegó el oji-verde una vez más.

—No, Harry.–se sobó la cien.—tu madre me va a matar si no estás en Italia a las 7 de la noche.

—¡Pero son las 10 de la mañana!

—¡Aún así! no te llevaré y es mi última palabra.

La cuestión es que hoy era literalmente su única oportunidad para poder ver a Louis por última vez.

Desde que sus padres se divorciaron oficialmente, su madre consiguió un trabajo de diseñadora de modas, sus diseños llegaron a una empresa Italiana, por lo que la contrataron y ella aceptó, así que tenía que irse.

Y estaba tan triste al no poder ver más a Louis, el único que quiso ser su amigo cuando el mundo se le vino abajo.

Si bien ya no le veía, seguía yendo al mismo hospital cuando estaba enfermo, lo veía pasar y lo único que conseguía era una mirada fría y unos ojos apagados.

Se enojó demasiado con su papá cuando provocó que castigaran a Lou.

Lo único que quería era disculparse, saber que Louis lo perdonó.

Y Zayn Malik no va a arruinar sus planes.

—Si no me llevas, le contaré a mamá que no compraste el cóctel porque no había.–tomó aire y exclamó.—¡no lo compraste porque se te olvidó!

—¡No te atreverías a decirle!

—Pruébame.









—¡Rápido, rápido! –gritó el oji-verde.—debe estar en el piso de arriba.

—Pero el ascensor está ocupado.–dijo Zayn con obviedad.—subamos las escaleras.

—¡No, vamos a tardar más!

Zayn rodó los ojos y cómo por arte de magia, el ascensor nuevamente se abrió.

—¡Apúrate Zayn! –gritó Harry, tomándole del saco para adentrar en el lugar.

El moreno entró en el lugar arrastrando los pies, cuando la puerta se cerró, miró a Harry.

—¿Por qué es tan importante? –cuestionó con fastidio.

—¡Porque es Louis! –obvió.—no quiero que siga enojado conmigo.

—Bueno pues eso te pasa por mentir.–dijo el oji-miel, soltó un bufido.—es que, honestamente, no sé por qué lo hiciste.

—Yo me refería a otra cosa.–hizo un pucherito.

La puerta finalmente se abrió, dejando ver el lugar donde estaba Sally y algunos pacientes en el sofá.

I'd marry you, HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora