El crepúsculo adornaba el despejado cielo a esas horas de la tarde, cuando el sol se escondía y la oscuridad prometía aparecer en cualquier instante.
Al entrar, el castañito fue saludado por los residentes de la casa e inmediatamente guiado hacia el patio, pudiendo así observar ese lugar que podría considerar especial lindamente adornado.
Pequeñas luces guindadas y cayendo sobre las paredes, la mesa en un costado con finos manteles y velas aún sin encender, y un suave olor a lavanda respirándose en el ambiente. Se veía armonioso. Agradable.
Jeongin estaba impresionado, no se esperaba para nada algo así, y si bien seguía sin comprender el motivo de todo eso, sentía una gran emoción recorriéndole.
— ¿Por qué hiciste todo esto, hyung? —preguntó cuando pudo salir de su estado de sorpresa.
El más alto le observaba con una contenta expresión, le hacía muy feliz ver esa sonrisita de hoyuelos en el rostro de su precioso novio.
— Se supone que en realidad esto sería para nuestro aniversario, pero... sucedieron inconvenientes —explicó por encima, sin querer inmiscuirse en los estresantes detalles que acontecieron.
Jeongin movió la cabeza asintiendo.— ¿Por eso estabas con esos ojitos tristes de repente, porque no pudiste hacer esto el viernes? —cuestionó, a lo que el mayor musitó un Ujum confirmándolo— ¿Y por qué aquí en casa de los hyungs?
— Porque aquí nos vimos por primera vez, ¿lo recuerdas?
— Cómo olvidarlo... —mencionó con un suspiro— Era graciosa la forma en que tratabas de llamar mi atención ese día —empezó a reír suavemente al ver la cara indignada del mayor—. No hagas esa carita, es en serio, amor. De igual manera funcionó, ¿no? Hiciste que quedara encantado contigo desde ese momento.
— Pues esa era la idea —soltó una risita, caminando hasta una de las sillas en busca del ramo de flores que había comprado más temprano, se dirigió luego hasta Jeongin nuevamente para entregárselo, éste tomando lo que se le extendía con delicadeza.
— Tulipanes —mencionó, admirando lo bonitas y sencillas que se veían las flores en diversos colores.
— Sí. Iban a ser orquídeas porque sé que son tus favoritas, pero al final no pudo ser. Así que luego escogí esas. Te explico... —se colocó detrás de Yang, posando sus manos en la fina cintura. Aclaró su garganta y continuó— La roja se asocia a la pasión y al amor perfecto, así como el de nosotros —sonrió, conectando sus miradas al Jeongin voltear hacia él—; la morada significa lealtad; la amarilla alegría, y la blanca, paz y perdón —explicó—. Creí que te gustarían.
— Me encantan —dijo rápidamente—. Gracias por todo —se giró por completo en su lugar, seguidamente acercó su mano derecha -la que no sostenía las flores- hacia una de las mejillas de Hyunjin, acercándolo a sí mismo e iniciando un ósculo lento, lleno de dulzura y agradecimiento por el detalle.
Al separarse se mantuvieron igual de cerca, sus labios rozando aún entre sí.— ¿Quieres cenar ya? —preguntó Hwang, bajando sus manos a las caderas del castaño, apretando ahí levemente— Ya son más de las siete.
— Síp, me parece bien —se separó un poco y asintió con su cabecita.
— Okay... —carraspeó— ¡Minho-hyung! —gritó, esa era la señal para que el aludido entrase en escena— La comida ya viene en camino —se rió, el contrario lo acompañó en su acción.
Se dirigieron a la mesa y tomaron asiento frente a frente. Poco después aparecieron los dueños de la casa con platos ya servidos y cubiertos, más dos copas y una elegante botella de vino.
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── proposal !
De Todohyun + in ⚝ ¿por qué era tan difícil planear una propuesta de matrimonio? ⚐ 〞historia original. ⚐ 〞soft. cliché. intento de humor. ⚐ 〞intro + ocho capítulos + final. ⓘ H0NIN1- 2O21.