Parte 4

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Temprano cogí un vuelo de Barcelona a Madrid. No queria estar más tiempo fuera de casa y más sabiendo que mamá necesitaba mi ayuda en el restaurante y que papá estaba fuera haciendo negocios.

Había llegado hacia unas horas a casa y estaba sola terminando de colocar la maleta. No era muy tarde, las once de la mañana, por lo que me daba tiempo de ordenar mis cosas e ir al restaurante a ayudar a mamá.

No hacía mucho que me había sacado el curso de cocina, quizás unos cuatro meses o un poco más, pero con la ayuda de mamá he aprendido bastante y muy rápido. Siempre me he considerado como una esponja, absorbo rápido todo lo que me dicen, como si fuera una niña pequeña.

Terminé de colocar todo y en cuanto estuve lista salí directa hacia el restaurante. Tenía que hacer unas cuantas paradas con el autobús por lo que siempre prefería coger el metro. Además, yo vivía en el centro de Madrid en el apartamento de mis padres y moverse por aquí con el autobús era una gran pérdida de tiempo, es mejor el metro.

Mientras llegaba, decidí echar un vistazo a pisos por Madrid, un poco más alejados del centro pero no mucho. Quería comenzar a independizarme y a encargarme de mi misma y no estar bajo el techo de mis padres. Además, así les daba un respiro a ellos

-Carina: Buongiorno, hija

-Maya: Buongiorno, mamma

Mi madre era italiana, de Milán, y entre nosotras solemos hablar italiano aunque no mucho. Desde pequeña mis padres me han inculcado el español y el italiano y me se defender bastante bien usando los dos idiomas. También estuvieron dándome clases de inglés aunque aún me cuesta pero también puedo defenderme un poco

-Carina: Sei in ritardo

-Maya: Hace poco que he llegado de un avión, he estado colocando cosas en casa y me he venido para acá. Tarde no he llegado.. he llegado in orario

-Carina: Bueno...ponte el traje y comienza a picar las verduras. Hoy hay una comida de empresa y vienen con el menú degustazione

-Maya: Bien...pues manos a la obra

Me encantaba trabajar en la cocina. No era la chef obviamente, pero si la sub chef. Solía encargarme de dirigir cuando mamá se iba o había mucho lío y necesitaba de mi ayuda para cocinar todo lo que pedían, pero mi trabajo sobre todo en la cocina eran los postres.

Adoraba hacer repostería, es lo que mejor se hacer. Además, mamá me dejaba hacer el postre del día, bueno, más bien me dejaba elegir que postres quería hacer cada día. Esta vez no tendría mucho entre lo que elegir porque el menú degustación ya indicaba los tres postres que se ofrecían: el primer postre era un platillo de macarons bañados en láminas de oro comestible y con un ligero sabor a granada y piña, el segundo sería una flor de loto de chocolate blanco sobre un bizcocho con ligero sabor a café y para finalizar, mi especialidad, la tarta de queso, algo sencillo pero delicioso

-Maya: ¿Que empresa viene?

-Carina: No es una empresa en sí, es una comida familiar pero vienen acompañados de gente de la empresa. Qualcosa di strano

-Cameron: Carina, no nos quedan pimientos

-Carina: Pues ve a comprarlos, tenemos que presentar los pimientos rellenos y sin pimientos, no hay pimientos rellenos...vai a comprarli, ¡¡Andiamo!!

Los cocineros que trabajan para mamá le tiene mucho respeto. A veces se pasa un poco por su fuerte carácter, pero todos la adoran. Es una mujer encantadora.

-Carina: Verrà la famiglia Sainz, vedranno Maya e quando Carlos la vedrà si innamoreranno a prima vista dopo tanti anni senza vedersi.- dijo murmurando

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