Parte 34

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Eran más cuatro de la mañana. Estaba en la habitación del hotel yo sola dormida plácidamente, pero alguien muy amable comenzó a aporrear la puerta con fuerza. No estaba de humor a estas horas de la noche así que me daría igual quien estuviese delante, le iba a gritar

-Maya: ¡¡Quéee!! ¿¡Oye tú sabes que hora es para que estés aporreando mi puerta!?

-Carlos: Los siento, no podía dormir

-Maya: Ah y como tú no puedes dormir has decidido que yo tampoco duerma. A ver ¿Qué te pasa?

-Carlos: ¿Podrías ser primero más amable?

-Maya: Son las cuatro de la mañana y me has despertado. Estaba teniendo un hermoso sueño así que no, no voy a estar más amable

-Carlos: Bueno no importa. ¿Puedo pasar?

-Maya: Si claro...- entró en la habitación y ambos nos sentamos en la cama.-Dime ¿Qué te mantiene tan despierto?

-Carlos: No lo sé. He estado dándole vueltas intentando averiguar por qué no duermo y no llego a nada en concreto

-Maya: ¿Tiene que ver algo con Chloe? ¿Con la carrera de dentro de unas horas y por la cuál deberías estar durmiendo?

-Carlos: No se...

-Maya: ¿Tiene que ver conmigo?

-Carlos: Tal vez sea un conjunto de todo. Tú querías hablar conmigo ¿No?

-Maya: Si, pero creo que si hablo ahora puede salir todo mal y quiero que las cosas acaben lo mejor posible

-Carlos: ¿Por qué?

-Maya: Para empezar tengo sueño y decirte lo que tengo que decirte ahora mismo puede ser un disparate y segundo, creo que será mejor hablarlo después de la carrera. No quiero que falles por lo que pueda pasar

-Carlos: ¿Tan malo es lo que tenemos que hablar?

-Maya: No, pero no todas las soluciones a los problemas son buenas en todos los sentidos por el simple hecho de ser soluciones

-Carlos: Me estás preocupando y creo que no es lo ideal ahora mismo. Venga cuéntamelo

-Maya: Carlos no. Hazme caso y hablemos esto mañana después de que acabe la carrera

-Carlos: Vale...- se hizo el silencio, pero en seguida Carlos empezó a reírse y comenzó a hablar.- Oye te acuerdas cuando...

Y dejé de escuchar su voz. Me había quedado totalmente dormida al lado de Carlos. Estaba demasiado cansada y necesitaba dormir mis ocho horas como mínimo. Me dio pena saber que Carlos se iba a poner a recordar buenos momentos de nuestra infancia y yo ya no le escuchaba, pero enserio necesitaba dormir.

A la mañana siguiente, desperté sola y tapada con las sábanas de la cama. El lado de Carlos estaba caliente así que deduci que durmió aquí y que hacía poco que se había ido. Eran las nueve de la mañana e iba un poco tarde porque todos bajaban a desayunar ahora y en seguida se iban hacia el paddock. Me vestí corriendo; me puse lo primero que pille de mi maleta: un mono vaquero de manga larga y unas zapatillas blancas, me cogí una coleta y salí corriendo de la habitación. Iba con tanta prisa porque yo debía ir con George al paddock ya que él me había invitado y además mi madre se quedaba más tranquila si yo me movía siempre cerca de él.

-Maya: Me he dormido.- dije sentandome en la mesa donde estaban George y Mick

-Mick: Buenos días.- dijo riéndose

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