Parte 31

349 29 4
                                    

Romper una relación duele mucho. Sientes que ya nadie va a quererte como esa persona te quería, que no vas a ser capaz de encontrar a alguien igual y que tal vez no puedas recuperarte. Que todo lo vivido queda en el pasado, en recuerdos, y que no podrás revivirlos como te gustaría, no al menos con esa persona

Los casi algo duelen más todavía. No hay nada peor que extrañar lo que nunca pasó. Cuando te rompe el corazón tu pareja duele menos porque llegaste a saber que se sentía, lo bueno y lo malo y todo es más real. Cuando un casi algo te rompe el corazón tu quedas bajos los efectos del amor hacia la idea de lo que podría haber pasado. Te quedas pensando en todo lo que podríais haber hecho, lo que podríais haber compartido. Te quedas pensando en lo que pudiera haber sido pero nunca fue

Yo rompí el corazón de Mick y a la vez rompí el mio. Le quería y por momentos sentí que ya nada iba a ser igual. Pensé que al perder ese amor no iba a volver a ser querida de esa manera, que perder lo que tenía con él no lo iba a poder recuperar con nadie, que ya nadie estaría dispuesto a quererme. Pensé demasiado. Después de todo esos pensamientos se fueron yendo y solo quedó la vaga idea de que hubiera pasado si siguiera con él. Pero nada en comparación a lo que pensaba ahora

Ahora en lo que más pienso es en la idea de que podría haber pasado con Carlos si me hubiera dado cuenta de que él era a quien yo en principio quise. Tampoco sé si Carlos era mi casi algo o mi casa nada, pero lo que si sé es que duele y duele mucho. Intentó alegrarme por su compromiso porque es feliz, pero no puedo. Cada vez que recuerdo esa imagen en la que él y Chloe se besaban y ella enseñaba el anillo a todos, yo lloro internamente porque ya no me quedan más lágrimas para soltar. Rompí mi corazón Mick y lo rematé con Carlos. Solo queda esperar y que el tiempo cure. ¿Porque el tiempo cura no?

-

George: Toma, tú café.- dijo ofreciendomelo y sentándose a mi lado.- ¿Ya estás escribiendo en tu diario?

-Maya: Gracias. Si, me gusta poner todo lo que pienso

Estábamos en lo alto de Mónaco, en un precioso mirador donde habían puesto una pequeña cafetería portátil cerca de unos merenderos.

Había decidido volver el mismo día de la fiesta de compromiso. Cogí un vuelo de última hora. Nada más llegar a Mónaco fui a casa de George y él me acogió y tuvo que aguantarme durante una noche entera mientras lloraba. No se quejó pero se que en el fondo no quería estar ahí conmigo. ¿A quién le va a apetecer estar toda una noche consolando a una chica que llora como una loca?

-Maya: Oye George siento mucho que...

-George: Se lo que vas a decir y no pidas más disculpas. Mira eres mi amiga y si tengo que consolarte cada noche lo voy a hacer ¿Vale? No hay más que hablar

-Maya: Está bien...

-George: ¿Te encuentras mejor?.- yo levanté mis hombros sin decir nada.- Venga Maya, sonríe un poco

-Maya: No tengo fuerzas

-George: Pues vas a sonreír.- llevó su mano a mi boca y con sus dedos levantó mis labios intentando hacer una sonrisa.- Perfecta, así te ves muy feliz

-Maya: Muy gracioso.- dije irónicamente y quité sus dedos de mis labios

-George: Supongo que la oferta de venirte a Canadá está más que no aceptada

-Maya: Me encantaría ir pero no creo que sea buena idea

-George: Lo sé, y lo entiendo.

RememberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora