Parte 26

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Quedaban menos de dos horas para salir a cenar con Carlos y Chloe y aún seguía sin creerme que esto estaba pasando y como no me lo creía, estaba leyendo en la terraza del apartamento de Mick.

-Mick: ¿Aún sigues sin arreglarte?

-Maya: ¿Tenemos que ir a esa cena?

-Mick: Venga Maya, ¿Qué problema hay?

Muchos...entre ellos mis dudas hacia lo nuestro y hacia Carlos

-Maya: No se, no tengo ganas de salir de aquí

-Mick: Siempre salimos nosotros dos solos

-Maya: Cierto, ¿pero por qué hay que salir con Carlos?

-Mick: Intentó llevarme bien con él por ti

-Maya: ¿Por mi? No me preocupaba que tú y él no fuerais grandes amigos

-Mick: Pero se que es tu amigo de la infancia y quiero llevarme bien con tu pasado

-Maya: Vaya... pues gracias por intentarlo...supongo

-Mick: Venga, ve a arreglarte

Íbamos a ir a un restaurante elegante y muy lujoso cerca del casino de Mónaco ¿o estaba dentro del propio casino? Bueno da igual, el caso es que tenía que ir bien vestida. Estuve buscando por mi armario algo que me valiese para esta noche y encontré lo que sería el vestido perfecto. Era un vestido no muy corto que me llegaba un poco más arriba de las rodillas, era verde y muy apretado en el tronco de mi cuerpo y algo más ancho a partir de mi cintura. Tenia el cuello cuadrado y era de manga larga. Era un vestido que me regaló la madre de Mick las Navidades pasadas y que aún no le había dado uso. Lo acompañé de accesorios dorados, unos tacones blancos no muy altos y el pelo suelto y bien planchado. Ya que una a sale pues se pone guapa

-Mick: Recuerdo ese vestido.- dijo miemtras yo aparecía por el pasillo.- Te sienta muy bien.- me dio un beso en los labios y me colocóa chaqueta

-Maya: Y a mi me gusta que te pongas una americana

-Mick: A que voy guapo.- dijo dando una vuelta como si yo fuera su madre que quiere analizar cómo le queda a su hijo lo que lleva puesto

Salimos del edificio y nos montamos en el coche para ir al restaurante. No había mucha distancia desde casa hasta el casino, pero ir andando iba a ser matador para mis pies.

Mientras llevábamos me llegó un correo a mi teléfono. Lo abrí y vi que era sobre el piso que hacia tiempo llevaba intentando al menos alquilar. Se me olvidó por completo que había pedido todos los papeles para poder alquilarlo y posiblemente comprarlo. Supongo que al haber pasado tanto tiempo en casa de Mick su apartamento se había convertido en mi casa. El correo preguntaba si quería alquilarlo y tenía para responder un par de días. Y aquí empezaron de nuevo las dudas

Tal vez el mensaje era como una señal y tal vez debía dejar de vivir con Mick y quién sabe si debía dejar algo más. A lo mejor así me daba cuenta de verdad de que quiero y que siento ¿Pero valdría la pena?

-Mick: Hemos llegado

El casino estaba espectacularmente iluminado. Entramos dentro pues tenía pinta de que ahí es donde íbamos a cenar. Aquel lugar era bastante lujoso.

Un amable camarero nos guío hacia la mesa donde ya estaban Chloe y Carlos esperándonos. Ambos estaban conversando y me fijé en que se veían muy serios, demasiado serios. Se dieron cuenta de que nos acercábamos y sus caras cambiaron a unas más alegres

-Carlos: ¡Hola!

-Mick: Hola.- ambos se dieron un buen apretón de manos

-Carlos: Bueno, creo que ya conocéis ambls a Chloe

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