Habían pasado unos 20 minutos desde que el joven y alto doctor se había retirado de la habitación.
Durante ese tiempo, aproveché para cerrar los ojos e intentar dormir, el dolor de cabeza era insoportable.
De pronto una doctora joven, de cabello oscuro rizado, ingresó a la habitación.
Saludó amablemente y con una sonrisa; yo le devolví el gesto.
-Cuéntame T/N, cómo te sientes? ¿Alguna molestia?
Me preguntó mientras se colocaba los típicos guantes de medica.
-Me ha estado doliendo bastante la cabeza, respondí con la mirada baja y los ojos cerrados. Disculpe, ¿Cómo es su nombre?
-Oh disculpa, que distraída. Soy la doctora Claire Brown, el doctor Shaun Murphy y yo te estaremos atendiendo durante tu terapia.
-El doctor Shaun Murphy?
Pregunté algo perdida.
-Sí, él es un excelente médico, de hecho creo que ingresó a hacerte una revisión rápida hace un rato.
-Oh, creo que ya sé de quién hablas.
Disculpe el atrevimiento, pero no pude evitar notar un comportamiento algo... extraño? en él.
-Él padece autismo, aún así es extraordinario en su trabajo, confío plenamente en él como médico.
-Entiendo, pero no es algo irresponsable aceptar a un autista como médico en un hospital tan importante?
Soy estudiante de medicina, y hemos investigado del tema en la facultad, por eso creo que una persona con dificultades sociales no es la mejor opción para el puesto.
Comenté segura.
-Mira yo... entiendo que te sientas así, pero el doctor Murphy es realmente capaz e inteligente, encuentra las mejores soluciones para asuntos realmente complicados.
Explicó la doctora mientras acomodaba un aparato de rayos X cerca de la camilla para poder realizar la radiografía.
-Listo, quédate quieta y no respires por unos pocos segundos, si?
Ordenó amablemente la doctora mientras la ecografía empezaba.
Hice caso, sabía cómo servían este tipo de aparatos y no quería que algo saldríera mal en los resultados del estudio.
-Excelente, llevaré los resultados con Shaun para revisarlos.
¿Tienes a alguien que quisieras que te venga a visitar?
Me preguntó con una sonrisa simple.
-No...
Respondí algo sería.
-Esta bien, si necesitas algo no dudes en avisarnos.
Comentó para luego retirarse.
La habitación había quedado sola y vacía otra vez.
Se sentía bien hablar con otra gente además que con mis profesores, se sentía bien que alguien se preocupara por mí, después de mucho tiempo, me pude sentir tranquila.
Agarré mis auriculares y los moví de la mesa en donde se encontraban, los conecté a mi celular, y empecé a escuchar la música que más me gustaba, cerré mis ojos y al fin, pude dormir en calma.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
