Demonio (+21)

Capítulo 7

El siguiente capítulo contiene escenas de agresión sexual.
Lees bajo tu propio riesgo.

Insignificante juguete.

Se quedó sorprendida, y por unos segundos, su cerebro no pudo comprender que sucedía. El dolor que sentía en ese lugar le desperto la mente, jadeo de dolor—. Duele— logró decir sintiendo un nudo en la garganta, y con los ojos llenos de lágrimas, algo le obligaba a expandirse, parecía que aquello era muy grande.

Sesshomaru se quedó quieto, y miró en ese lugar donde estaban unidos, notó la sangre, sacó su pene, solo para mirar como este estaba manchado de ese líquido carmín, esto no era normal, nunca con ninguna mujer con la que estuvo había sangrando. Miró los ojos azules llenos de lágrimas, y eso le puso más duro, sus caderas se movieron solas, adentrándose de nuevo en ese lugar, era cálido y muy, muy estrechó.

Aome cerró los ojos con fuerza debido al dolor, sentía una presión abrumadora con eso dentro, dolía demasiado, eso, era muy grande para ella—. Deténgase— pidió con la voz quebrada, él se movía despacio, entrando y saliendo, era una sensación extraña, e incomoda, se parecía como cuando tenías un diente flojo, y lo movias para que este se cayera más rápido. Puso sus manos en el pecho del peliplata, lo empujó, pero no pudo moverlo, se sentía muy débil, el cuerpo había comenzado a sudarle, y su estómago estaba lleno de cosquillas.

Sesshomaru soltó un suspiro de satisfacción, aquello se sentía muy bien, podía sentir el calor extendiéndose por todo su cuerpo, gotas finas de sudor le corrieron por la frente, de repente hacia mucho calor, sus movimientos eran lentos y profundos, quería alargar aquello tanto como fuera posible, se enterró profundamente en ese pequeño espacio y fue abrazado por la calidez, ella era tan pequeña que la sensación rozaba el dolor.

—Ah...— sin darse cuenta, la azabache soltó un claro gemido, ninguno lo noto, o le dio importancia, ambos desconocían lo que pasaba con sus cuerpos, Aome no comprendía porque le estaba comenzando a gustar aquello, incluso quería que se moviera más rápido, sus caderas se movieron solas, buscando más contacto, lo sintió llegar más profundo, soltó otra vez ese extraño sonido.

La habitación estaba llena de un dulce olor, sintió que se la hacía agua la boca, ¿Como es que ella olía mejor que nunca? Escondió el rostro en el cuello de ella, y aspiró su aroma, sus manos que habían estado quietas, buscaron sus pechos, las suaves masas de carne se pusieron firmes bajo su tacto, su pene se sintió más apretado, aquello lo llevó al límite, sus caderas se movieron más rápido.

Apretó con algo de fuerza los pechos en sus manos, su respiración era rápida y pesada, le encantaba aquello, su nariz acarició la piel y abrió su boca dando un gran mordisco, el sabor dulce con toques frutales explotó en su boca ¡Cuánto había extrañados ese sabor! Incrustó sus dientes tanto como pudo, su lengua celebró la explosión de sabor, y su vientre se arremolino en un gran nudo de sensaciones, el pequeño cuerpo bajo el suyo se estremecía moviéndose al mismo ritmo, estaba muy cerca del límite.