Capítulo 1

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Ámbar y Azul.

—¡Xian!—un grito detuvo el trabajo que ambos hacían, Aome miró con preocupación a su padre y éste le acarició los cabellos en un gesto tranquilizandola, un hombre del pueblo corría apresurado hacia ellos, por la forma que corría se veía la urgencia, ambos soltaron sus herramientas y corrieron en dirección.

—¡Xian!— el hombre jadeó consiguiendo todo el aire que pudo—¡De-demonios!—su padre palideció, y ella tembló levemente—¡Vienen hacía acá!— el terror era claro en voz del hombre—¡Será una masacre si no hacemos algo!— el hombre tomó de las manos a su padre, parecía estar listo para suplicar por ayuda—, cinco monjes, y dos mikos, no ayudarán, pero debemos protegerlos—su padre le dio una mirada rápida—, tu fuiste un samurái, te nesecitamos— Aome miró como su padre veía hacia la nada, posiblemente perdido en un recuerdo lejano, sabía que su padre era un hombre con un pasado sangriento, y que no se arrepentía de haber defendido la causa por la que luchó, pero también sabía que él no quería volver a pelear.

—. Yo...-

—. Iré yo en su lugar— corto a su padre, quién estaba apunto de negarse, se ganó una mirada severa de parte de su padre—, mi padre no irá, yo sí— trece años, es posible que sea todo lo que viva, pensó, pero estaba determinada a no morir fácilmente.

—. Iremos— dijo su padre—, ve por las katanas— ordenó su padre, hizo una pequeña reverencia y corrió a su pequeña casa en busca de las katanas.

—Debemos irnos ahora— dijo el hombre cuando ella salía con ambas armas, camino hacia su padre, quién la miraba con orgullo, le entrego su katana y ambos corrieron hacia el límite de las tierras del oeste y el norte.

Al llegar, miraron al otro lado del límite, a los soldados del Lord del Oeste, sintió rabia, ese maldito codioso, ¿Acaso no eran suficientes sus territorios? Sabía que vivir tan cerca de la frontera entre territorios sería peligroso, pero había vivido tantos años en tranquilidad, que olvidó lo cruel que era este mundo.

Miró a los cinco monjes y las dos mikos, habían unos veinte aldeanos más para luchar, se fijó en el pequeño ejército de demonios que venía hacía ellos, posiblemente eran unos cincuenta, tal vez más, Nacemos para morir, se dijo, pero eso no significa que tendrán mi vida fácilmente.

Todo sucedió tan rápido, a unos cuantos metros de ellos, los demonios corrieron a su encuentro, un grito rasgo el silencio y dejó en claro que una batalla estaba apunto de iniciar. Tomó con fuerza el mango de su arma, y se preparó para afrontar lo que sucedería, su voz se unió al grito de batalla y corrió hacia una inmensa oscuridad, que no hizo más que consumirla y arrastrarla por completo a las sombras.

Sus ojos se abrieron y un resplandor la saco de la profunda oscuridad en la que se encontraba segundos antes, su cuerpo estaba sobre algo muy cómodo y suave, eso era extraño, su futón era cálido, pero duro, se sintió agotada nada más logró abrir sus ojos azules, todo era tan extraño, estaba muy desorientada, hasta algo confundida, había tenido un sueño tan extraño, que hasta parecía real, hizo una mueca de disgusto tenía un fuerte dolor de cabeza que apenas la dejaba pensar.

Cerro los ojos y dió un largo gemido de dolor, respiró hondo, entonces todo regreso a ella, fue como recibir un fuerte golpe, no fue un sueño, la batalla había sucedido, y su padre, su padre estaba muerto. Lo último que vino a su memoria fueron unos ojos ámbar, muy parecidos al sol.

Lágrimas gruesas salieron de sus ojos fuertemente cerrados, su padre, lo único que le quedaba en este mundo estaba muerto, había sido asesinado por un demonio. Su estómago se revolvió, y el dolor de cabeza solo aumento dejándola demasiado mal, quiso salir de ese futón, pero su cuerpo le dolió en protesta, durante la batalla había recibido golpes que le habían dejado el cuerpo magullado, lloró amargamente, recordando a su amado padre, lo había perdido, resó a Kamisama, y pidió morir para reunirse con su padre.

—¡Deja de llorar mocosa!— le regañaron, abrió los ojos de la sorpresa, miró a su lado, y las náuseas solo se le volvieron más intensas cuando vio al youkai de ojos ámbar acostado junto a ella.

La luz del sol acariciaba su cabello plateado, la piel pálida resaltaba el fascinante color ámbar de esos ojos fríos, lo miro con atención y vio como la sábana de la más fina seda le cubría de la cintura hacia abajo dejando su torso descubierto, sintió miedo al verlo, él era un monstruo despiadado y ella apenas era una niña a la cual le iniciaban cambios en el cuerpo. Tembló suavemente, y cerró con fuerza la boca para que él no escuchará sus dientes castañear, estaba temblando, y sus manos al igual que sus pies se pusieron fríos.

Una sonrisa malévola se formó en los labios del peliplata, la noto apartar la mirada con un sonrojo, también podía sentir con claridad como temblaba, al igual que el olor de su miedo llenaba la habitación, era un olor adictivo, ella olía muy bien, eso debía admitirlo, pero si a eso se le sumaba el olor de su terror, era el éxtasis total.

—.Mírame a los ojos—ordenó con voz calmada, ella los cerró con fuerza, escuchó a ese joven corazón latir como un loco, se acercó a ella, quién estaba tan tiesa como un muerto, con un movimiento elegante se subió sobre su cuerpo, ella tembló con más fuerza, respiro profundo, el olor de su miedo lo estaba enloqueciendo. Una cortina de cabello plateado los cubría, era como una pared contra el mundo—, mírame— volvió a ordenar, entonces ella abrió sus temerosos ojos, los cuales miraron con impresión sus ámbar.

Se perdió en esos ojos ámbar, verlos, era como mirar el sol, pero sin quedar cegado por la luz—, me gustan— dijo tranquilo el youkai sobre ella, aparte de asustada se sintió confundida—, tus ojos, son como el mar— se sonrojo, las personas le decían seguido eso, pero ella nunca había visto el mar, así que no entendía que querían decirle—, te conservaré— lo miro sonreír de lado, un estremecimiento le movió el cuerpo, sus ojos brillaron con un toque malicioso—, aún eres muy joven para lo que quiero hacer— se relamió los labios—, pero hay algunas cosas que podemos hacer, encontraremos mucha diversión en compañía del otro— se le revolvió aún más el estómago, aunque ese demonio tenía los ojos tan claros como el sol, no debía olvidar que era un ser lleno de oscuridad.

—. Déjame ir...—pidió bajito—, sí quieres mátame, pero no me toques— unas lágrimas se aglomerado en sus ojos, prefería morir y reunirse con su padre, que ser tocada por ese demonio, ya había perdido a su padre, no quería perder también su dignidad.

—. Tu muerte— una mano del peliplata le acarició la mejilla con suavidad—, ya no la decides tú, eso ahora lo decido yo— le tomó con fuerza las mejillas, y sus ojos ámbar se volvieron fuego puro de la irá, su corazón pareció detenerse del susto, el youkai frente a ella le daba demasiado miedo.

Lágrimas silenciosas salieron de sus ojos, el peliplata soltó sus mejillas, antes de sí quiera poder pensar algo coherente, los labios de ese demonio se posaron sobre los suyos, sintió tanto asco, ese demonio no solo la asustaba, también la repugnaba muchísimo.

Ese agresivo beso, era el inicio de su sufrimiento.

Continuará...

Gracias por leer.
Atte: Lovestruck.

Demonio (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora