El siguiente capítulo contiene escenas de agresión sexual entre un adulto y un menor de edad.
Lees bajo tu propio riesgo.Cuerpo.
Su frente se sentía rara, pero el médico aseguró que no era grave, recibió un baño, había sido el peor baño de su vida, las criadas se habían burlado de su cuerpo, diciendo que parecía más el de un varón que el de una mujer, una de ella había dicho algo que no entendía, pero tampoco iba pensar mucho en eso, a ella no le importaba si aún no le había venido su menarquia, es más, ni siquiera sabía que era eso.
Le habían puesto un sencillo kimono blanco, con detalles en flores azules, era muy suave, era la ropa más suave que jamás había usado en su vida. Miró su mano vendada, no le dolía, es más, apenas y podía sentir alguna parte de su cuerpo, cuando caminaba sentía como sí estuviera flotando, no tenía hambre, pero si mucha sed, y tenía la sensación de estar olvidando cosas, pero habían recuerdos muy claros en su mente.
No supo ni siquiera como pasó, pero ella estaba sentada en la mesa, con una cucharada de sopa a medio camino de su boca, miró el plato casi vacío, había estado comiendo, pero ni siquiera era consciente del sabor, o si quiera en que momento comenzó a comer.
Bajo la cuchara regresando la sopa al plato, su estómago estaba revuelto, y los ojos le pesaban, Sesshomaru la miró desde el otro lado de la mesa, parecía como si ella no lo viera, es más, ella parecía estar en otro mundo.
Un poco más consciente miró la mesa y el plato, ella no recordaba que su casa tuviera cosas tan bonitas, su vista se puso borrosa, y todo daba vueltas, sintió unos brazos rodeándola, aquello era muy caliente, quiso apartarse con un movimiento perezoso, pero aquellos brazos no la soltaron.
—. Deja de moverte— dijo una voz, ella no recordaba esa voz, el deseo de apartarse se volvió más fuerte, y esta vez, intento liberarse con más fuerza.
Sesshomaru respiró hondo, se había acercado a ella porque parecía que en cualquier momento se caería, estaba extremadamente pálida y se veía que estaba muy drogada, lo más seguro es que ni supiera quién era ella misma.
—. Quédate quieta— le ordenó con firmeza, pero ella siguió forcejeando y retorciéndose en sus brazos, intento recordar ese ejercicio de relajación que le había enseñado su secretario, ¡Rayos! Apenas y podía pensar en algo, esa pequeña cosita en sus brazos desde la mañana estaba desprendiendo un aroma dulce y embriagador, se lamio los labios, pegó su nariz a la piel del cuello de la chica y aspiró con gusto su aroma ¡Ah, que bien olía!.
Ella se movió con mas fuerza haciendo que sus cuerpos se rozaran, podía sentir como ese pequeño trasero se restregaba con su adolorida erección, sus manos buscaron sus senos, eran pequeños, apenas y comenzaban a brotar, una de sus manos se colo dentro de su vestido, encontró su monte de Venus, sintió unos finos vellos acariciarle los dedos, su mano abarcó todo lo que pudo, comenzó a dibujar círculos, de la niña salió un quejido, se volvió más osado, y abrió los pétalos de su intimidad, sus dedos se mojaron de un líquido tibio y resbaladizo, un quejido más fuerte salió de la azabache en sus brazos.
Sus dedos encontraron un pequeño bultito, estaba duro, y podía sentir como palpitaba como un segundo corazón, lo acarició suavemente, y sintió como el cuerpo en sus brazos dejaba de luchar por escapar, para relajarse, volvió a tocar, ahora con más fuerza, a sus oídos llegó el sonido de jadeo, siguió tocando, su mano se llenó más de aquel líquido tibio.
Esta era la primera vez que tocaba un cuerpo femenino de esa manera, siempre que había compartido con una hembra lo había hecho de una manera rápida, nunca se detuvo a tocar más de lo necesario, a su nariz, llego un nuevo olor, uno que nunca había sentido, al menos, no con las hembras que había estado, sintió por primera vez el olor de la excitación, y tal vez, era lo mejor que había olido en su vida.
Su mano se movió con rapidez sobre el pequeño botón, escuchó los gemidos escapando de esa pequeña boquita, la miró, tenía los ojos llorosos, un fuerte sonrojo, varios de sus cabellos se le pegaban al rostro debido al sudor, y sus labios, llenos y rojos abiertos para dejar escapar suspiros y gemidos.
Ella tembló en sus brazos y soltó un grito de placer mientras se tensaba, su mano, empapada, recibió más de ese líquido, respiró hondo, llenando sus pulmones de ese olor, sacó su mano de ese lugar secreto, se llevó los dedos a la boca, probando lo que ella había liberado, era dulce, y tentador.
Aome miró a la nada, su cuerpo pesaba más que antes, luchaba por respirar con más calma, además ahí, sentía muy húmedo, y resbaloso. Bostezo, sentía mucho sueño, solo iba cerrar los ojos un momento, no podía mantenerlos abiertos.
El albino sintió el peso muerto en sus brazos, la miró, estaba profundamente dormida, hizo una mueca de disgusto, su erección dolía demasiado, se levantó del suelo, cargandola, y se fue al dormitorio. Antes de recostarla le quitó la ropa, e hizo lo mismo con la suya.
Sesshomaru los cubrió con una cálida sábana y junto sus cuerpos, ella era cálida y olía muy bien, cerró los ojos cansado, había tenido un día agotador, y mañana sería igual o peor.
Le dolían varios lugares de su cuerpo, apretó los dientes para acallar el grito de dolor, su mano parecía como si se le hubieran cortado en carne viva, abrió los ojos de golpe y despertó del sueño, tenía un sabor amargo en la boca, la cabeza le punzaba, esta vez no pudo contener el grito de dolor, unas lágrimas cayeron de sus ojos, aquello le dolía demasiado.
En la habitación entro apresurado un demonio, y detrás de él venían las sirvientas, él la miró con lástima, le toco la frente y soltó una maldición.
—. Traigan el agua más fría que encuentren—ordenó, una de las criadas se fue para acatar la orden—, tranquila niña, pronto no sentirás dolor— miró como él revolvía un líquido amarillo en un poco de agua y se lo daba de beber, su mente se relajó, la mano dejó de doler, no sentía nada, poco a poco, olvidó quién era.
Continuará....
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Demonio (+21)
Fiksi Penggemar-Sesshome. -Historia corta. -Semi/universo Alterno. -Japon feudal. -Gore ligero. -Contenido adulto (+21) -Esta historia toca temas sencibles: *Violación. *Pederastia. *Síndrome de Estocolmo/Lima. Si no te gusta este tipo de lectura, estás en toda t...