Decisiones

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Llegué a casa con un silencio extraño, casi ensordecedor. El ambiente estaba frío, muy tranquilo, no me gustaba nada.

Cerré la puerta detrás de mí y dejé todas mis cosas en la entrada, caminé por el pasillo hasta llegar a la cocina en donde vi a mi pareja de pie, a un lado de una olla humeante y un olor a macarrones con queso y tomate. Tenía la cabeza agachada, mirando al suelo con aire triste, pude ver su tristeza en todo su cuerpo.

— ¿Hashirama?

Lo pude ver respirar hondo antes de alzar la cabeza con una sonrisa tensa, temblorosa. Sus ojos estaban rojos, sus mejillas con lágrimas secas, labios partidos y un tono más pálido en su tez morena.

—Ho-hola Maddy. —su voz se rompió a medio saludo, me acerqué a él para abrazarlo pero se apartó, volví a intentarlo pero me percaté de un sobre abierto detrás de mi pareja, tragué saliva—. Oh...

Lo escuché callar un llanto, mi corazón se apretó en mi pecho.

—Realmente las cosas se han vuelto monótonas, ¿no? —me dijo con voz baja—. Entiendo como debas sentirte, no te voy a juzgar ni a enfadarme contigo. —se alejó de mí aún más—. Deberías haberlos guardado aunque sea, si querías hacerlo de una forma más bonita claro. Los papeles del divorcio están firmados, no voy a insistir en una relación que ya no da para más. —se acercó a la puerta de la cocina—. Dame una semana en lo que preparo las cosas para irme.

Asentí mirando aquel sobre, estúpido de mí por haberlo dejado en la mesa del comedor sin más. Estaba tan apresurado que ni siquiera lo pensé en la mañana, realmente era un imbécil.

—Lo siento, yo realmente... —suspiré—. Simplemente todo ese amor se acabó, lo siento. Ya no puedo verte más de esa forma. 

No hubo respuesta, giré hacia la puerta pero no pude ver a nadie.

MadaHashi DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora