Era de noche, se había oscurecido conforme iban visitando terrenos y casas abandonadas, los dos estaban perdiendo la fé de que encontrarán al culpable o culpables del caso 143, era demasiado si iban de casa y casa o de delegación en delegación, así que como último intento tocaron la puerta de un depósito abandonado, donde alguien salió corriendo y el oficial Lee fue empujado al suelo.
Bang persiguió al tipo, gritándole que eran oficiales y que debía detenerse, como si eso pudiera arreglar algo de lo que estaba ocurriendo, lo persiguió por muchos, muchos kilómetros, hasta que ya no pudo más y el tipo saltó algo literalmente imposible, Know encontrándolo después con la patrulla.
- ¿Escapó?
- ¿Estás bien?
- Sí, aunque me arde lo que sea que colocó en mi brazo.
- Déjame ver.
Chan se acercó, miró el brazo, confirmando que la zona se estaba haciendo roja inmediatamente.
- Hay que ir a un hospital.
- Estoy bien, es...
- Vamos, sube, no te estoy preguntando.
Know no hizo más que seguir las órdenes, que no estaba muy seguro si eran de superior o porque le importaba.
- Tiene irritación en el brazo derecho - Habló hacia la doctora.
- ¿Qué pasó?
- Estábamos en una persecusión, el tipo rocio algo encima de mí.
- Venga por aquí.
Bang se quedó ahí en la sala de espera, observando que era un hospital pequeño, les faltaba personal, camillas y estaba seguro que también medicamentos o algo así, el pueblo era pequeño, había miles de hectáreas solas al rededor lo que lo hacía verse más pequeño.
Estaba tranquilo, tratando de recuperar el aliento todavía de la persecución, cuando un papel cayó sobre su hombro y luego a su regazo, tomó el papel pero no lo abrió o volteó viendo a quién se le había caído, pero no había nada, cuando levantó la mirada, la giró, incluso busco detrás de él, solo había una puerta moviéndose como si alguien hubiera chocado contra ella al correr, abrió el papel viendo un texto pequeño, parecía una hoja impresa con la frase "Fuera de mi territorio antes de que alguno de ustedes dos muera".
- ¡Código azul! ¡Traigan el carro rojo!
Se levantó rápidamente, corriendo por el pasillo hasta la habitación donde Know estaba convulsionando, sus ojos blancos, para después quedarse quieto con los ojos cerrados y su corazón sin latido alguno.
- ¡Manos afuera!
La doctora trataba de que el corazón volviera a latir, Chan sintiendo que el alma se le salía del cuerpo viendo todo eso por la ventana de la habitación, solo soltando todo el aire retenido cuando el corazón de Minho volvió a latir.
- ¿Qué carajos está pasando?
- Déjeme buscar el expediente, hace muchos años tuvimos un caso igual, ingreso con una irritación y después tenía complicaciones así de graves, permítame un momento.
- ¿Hace años?
Salió del pasillo y después del hospital, miró todo el alrededor de la entrada, si alguien era así de territorial, debía quedarse a ver su obra, los psicópatas jamás se iban antes de tiempo, pero cuando creyó que eso no serviría de nada y estaba dentro de su patrulla decidiendo que debía decirle a su padre, la ventana de la patrulla fue tocada, saltó del susto y la abrió inmediatamente pero no era nadie, en realidad le habían lanzado algo a la ventana.
Salió de la patrulla viendo el sobre en el suelo, lo tomó, sacó el teléfono que había dentro del sobre y contestó la llamada que justo entró, mirando a todos lados, tratando de identificar si había algo que le revelara la posición del maldito.
- ¿Oficial Bang? Creí que las ratas como tú seguían siendo tan insuficientes como ese uniforme horrible que portas con mucho orgullo.
- ¿Qué es todo esto? ¿Qué estás haciendo?
- ¿Tú, qué haces en mi territorio?
- Si crees que vas a intimidar...
- Esta es la cosa... Tu compañero que por cierto es muy bonito, morirá en 24 horas si no tienen el antídoto de lo que está rociado en su cuerpo.
- ¿Qué?
- Así que te doy dos salidas... Número uno, te llevas a tu compañero y tu trasero fuera de mi territorio, para que después de 2 horas el antídoto sea enviado a tu casa o número dos, dejas que tu compañero muera y te quedas aquí para ser mi perra porque eso de que vas a encontrarme... Hehehe no pasará.
- ¿Cómo sé que es cierto que lo mandaras? ¿Y por qué te daría la dirección de mi casa?
- Yo sé dónde vives.
Chan sintió que su sangre se le iba todo a sus pies, que toda su valentía caía a pedazos, al escuchar la voz grave decirle todo aquello.
- Está bien, nos iremos.
- Buena elección, Christopher.
Que lo llamara por su segundo nombre que casi nadie conoce le dió escalofríos, metiendo el celular en uno de sus bolsillos y entrando al hospital de nuevo, caminó rápidamente hasta la habitación, cargó a Minho quitándole todo lo que estaba conectado a él, ambos subieron al auto, aunque tuvo que hacer la parada para buscar las cosas, Chan condujo rápidamente, tan rápido como el auto podía hasta Daegu.
Cuando llegaron, había una caja en su puerta, entró como pudo a su departamento y dejó a Minho en el sillón, fue por la caja que efectivamente tenía un antídoto en una jeringa, con una nota en recortes donde decía que debía ser aplicado en la zona afectada, en cuanto la jeringa fue apretada hasta el final, Know estaba de vuelta, despertando y parpadeando lento, se sentía aturdido, con dolor de cabeza y le dolía la zona que antes estaba irritada.
- Hola.
- Hola, ¿Qué pasó? Me duele.
- No lo toques, es... Duerme, eso te servirá.
Lee no entendía nada y quería saberlo pero sus ojos se cerraban, estaba agotado por alguna razón, Bang acariciándole el cabello hasta que notó que efectivamente estaba dormido, entonces lo volvió a cargar a la habitación principal, la única en donde había con una cama, realmente.
Chan se acostó a un lado de él, sacando el celular que vibraba en su bolsillo y sintiendo una impotencia enorme, enojo y demás sensaciones negativas cuando observó el "DEN HEVY acepta tu elección y valora tu decisión, tómalo en cuenta para el futuro".
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Caso 143 ◍ MinChanChang
FanfictionLos policías y detectives, Lee Know y Chan se embarcan en la investigación del caso 143, un caso no resuelto porque todos los testigos han muerto o dejaron de insistir en justicia por todos los años que han pasado, topando se con una mafia que hasta...