Adicto a los recuerdos

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Minho estaba sentado en la sala de espera, teniendo recuerdos de su pasado, cuando un tipo mucho más grande intentó violarlo y él lo asesinó por protegerse, recuerda como solo sentó en el piso de la habitación de aquel hotel barato riéndose porque estaba totalmente en shock.

Aún a veces siente la sangre de ese monstruo sobre sus manos, aún recuerda el silencio que se hizo a su alrededor, sus lágrimas saliendo como cascadas después de entender lo que hizo, como había llamado a Jisung asustado, como sus piernas temblaron.

- ¿Estás bien?

- ¿Eh? Sí, yo no fuí al que lastimaron.

Minho tomó del pequeño café que Han le trajo, el menor viéndose ansioso, como si le ocultara algo.

- ¿Te pasa algo?

- Es que... Lo siento.

- ¿Mm?

- Te ví... Los ví besándose, no puedo... Creo que estás más preocupado de lo que aparentas.

- No somos pareja.

- Eso no es lo que parecía.

- Él me besó de repente.

- No mientas.

- Tú no te metas.

- Dijiste que podemos ser amigos, no le diré a nadie Minho, sé cuánto odias ser gay.

- No odio ser gay, odio a los monstruos que se hacen llamar hombres.

- ¿Estás bien?

- Jamás creí que de nuevo ocultaría un cuerpo.

- ¿Cómo puedo ayudarte?

- No puedes, este psicópata es líder de una mafia, cada vez que me mira puedo ver que ha ido y regresado del infierno, no le teme a nada.

- Tú también.

- No tanto como él, por Dios... Su mafia a estado por décadas, él está diseñado para ser una máquina asesina.

- Te ayudaré.

Lee miró a Han, como los ojos más grandes le demostraban que hablaba muy en serio.

- Jamás dejaré de deberte, ¿No?

- Somos amigos, saldremos de esto juntos.

- Juntos...

👿

- ¡F!

El chico corrió escaleras arriba para encontrarse a su jefe sosteniendo la carne cruda que era comida de los perros guardianes.

- ¿Si?

- ¿Qué es esto?

- Bueno...

- ¿Estás bromeando?

- ¿Eh?

- ¡ARREGLA ESTE MALDITO DESASTRE O TÚ SERÁS SU SIGUIENTE COMIDA!

Den le aventó la carne cruda que enfermó a los perros, F no diciendo nada con la mirada baja, H llegando justo en el momento que Den se iba.

- ¿Qué le pasa?

- Tu vida esta dependiendo de un hilo, cálmate F.

- Yo no hice nada, esa comida fue la que J consiguió.

- F...

- No dije nada.

Cerró con un portazo, la habitación negra dándole la bienvenida tal cual la dejó esa mañana, Den sentándose en la ventana, todas las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, sus ánimos decayendo cada segundo que el sol se ocultaba.

Por alguna razón, comenzando a llorar, Changbin se limpió las lágrimas con brusquedad pero no podía quitarlas todas, salían y salían como nunca antes, un nudo en su garganta se instaló, así como dolor de estómago y la necesidad de encogerse lo más que podía.

En la posición casi fetal en la que estaba a lado de la ventana de la habitación, le recordó todas las veces que se escondió para que su papá no lo golpeara, todas las veces que lloró a escondidas porque no podía ser débil, le recordó lo solo que estaba, su hermano ya no estaba para abrazarlo, su hermana ya no estaba para leerle cuentos, su nana ya no estaba para consolarle y decirle que todo estaría bien mañana.

Miró sus manos, moviendo las despacio y luego las estiró, recordando las manos de Christopher ese día que durmieron juntos, como las sujetó sus manos con las suyas mientras le decía lo hermoso que era, cerrando los ojos cuando volvió a él la cara de susto cuando lo apuñaló.

"Un Seo siempre significa estar solo, no debes confiar en nadie, no hay familia, no hay parejas, no hay dos, no hay nada, un Seo nace, vive, sobrevive y muere solo".

Volteó su vista hacia la ventana, el sol ya no estaba, todas las luces encendidas como si la cuidad tuviera vida, mostrando que la tenía, que todos la tenían y él no, ¿Por qué no era como su padre? ¿Por qué tenía esas escenas de remordimiento? ¿Lo había hecho desde que era niño, por qué seguía teniendo esos días donde quería huir y jamás volver?

Alejándose de la ventana, entró en el baño donde miró el espejo roto, que había roto ayer cuando no soportó verse en el, para después bajar la mirada y tomar lo único que lo mantenía a raya, literalmente Changbin tomó todo para preparar su droga, sentándose en el suelo colocandose enfrente de la mesita que había ahí, inhalando, una y otra vez aquella sustancia blanca.

Changbin volvió a su estado de euforia y psicopatía en el que debía permanecer, echando la cabeza hacia atrás, comenzó a reírse, además de que sus pupilas se agrandaron, su energía subiendo a cada segundo, así como su sed por ser el monstruo que fue lo único que su familia le enseñó.

- ¿Den? La cena está...

H le miró, lo veía diferente o más bien veía que algo había pasado con su jefe más no sabía qué exactamente.

- ¿Estás bien?

- ¿S volvió? Salgamos por el botín.

- Dijiste que... Otro día.

- Ahora es mejor, trae a J y a W, los necesito a todos.

- Bien... Changbin.

H lo detuvo, Den mirándole.

- ¿Estás bien?

- No me vuelvas a llamar así en tu jodida vida.

- Lo siento.

- Muévete, debemos ir por el botín.

F casi se incrusta en la pared cuando lo vió pasar, pero Den lo ignoró completamente.

- ¿Qué le pasa?

- No te metas.

- ¡AHH!

S le miró sin expresión, F casi muriendo del susto.

- Eres tú...

- Eso no me agrada, también te puedo matar.

- Tu jefe te habla, ve a seguirle el trasero.

- F, vendrás con nosotros.

H le dijo para después irse, F quedándose con la boca abierta y luego siguiendo al más alto.

- ¡Yo no quiero ir!

- Han estará ahí.

- ¿Por qué le llaman Han y no solo una letra?

H le miró, con esa cara de ¿Me hablas en serio? Que solo él tenía.

- Han es de alto rango.

- ¿Qué quieres decir?

- Cuándo ya llevas un número alto de muertes, te promueven como un empleo cuando te da más dinero y más responsabilidades, Han fue promovido hace dos años.

- ¿Cuánto es ese número?

- No te lo diré, pero créeme, no voy ni a la mitad de ese número.

- ...

- Muévete, ve a preparar tu ropa y en 3 minutos a la puerta, Den nos espera.

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Caso 143 ◍ MinChanChangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora