Las cosas iban de maravilla en su relación solo que no contaban con tener que comenzar a afrontar cambios y llegar al límite de tener que poner en una balanza sus sueños, prioridades y lo que realmente importaba.
Mucho menos contaban con que no siem...
— ¡Noona! — un muy entusiasmado Yangyang corrió hacia mi y se detuvo a solos unos escasos centímetros de mi.
— Hola, Yang. — sonreí y me puse a su lado para que esté me siguiera hacia el que era mi principal destino antes de que me detuviera.
Los demás chicos me saludaron con una leve reverencia y yo la devolví.
Kun me miraba con el ceño fruncido y eso me hizo tratar de tomar un pequeño espejo y verificar que todo estuviera en orden.
— Hoy tienes más ojeras, Eun-ah.
— Dormí poco, Kun-shi — reí y me encogí de hombros.
— ¡Bien! ¿Ya estamos todos? — hizo de acto de presencia el manager y me miro con reproche.
Sí, había llegado tarde de nuevo.
— Hay que pasar por el control ya, al llegar a china haremos cadena los guardias, managers y staff al rededor de los chicos. Por lo que sé, hay una cantidad considerable de fans en el aeropuerto y debemos evitar cualquier percance. — nos señaló. — Hendery. — el aludido levantó la mirada, la cual apenas se veía debajo de ese gorro y el cabello sobre su frente llegándole a los ojos. — pégate a Eun, irás con ella atrás para evitar el menor contacto con los flashes. — este asintió y se movió un poco en su lugar.
Hendery y Yangyang eran un poco sensibles a todo lo que conllevaba tumulto de personas, así que siempre había un miembro del staff junto a ellos, a excepción del último, que siempre se pegaba a Kun o Ten.
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— ¿Estás listo? — susurré parándome justo al lado de Hendery mientras esté enterraba ambas manos en las bolsas del pantalón.
— Quisiera decir que sí. — una mueca se extendió por su rostro.
— Tranquilo, estaré junto a ti intentando que nadie pase la barrera. — sonreí y este asintió. Se colocó la mascarilla y acomodó mejor el gorro aplastando más su cabello.
Sabía porqué lo hacía, así podía tapar lo más que se pudiera su rostro y evitar ser fotografiado en las condiciones que te dejaba un vuelo.
— ¡Es hora! — se escuchó la fuerte voz de manager oppa y nos acomodamos haciendo así una barrera humana alrededor de los chicos.
Comenzamos a caminar a paso lento y al cruzar las puertas saliendo de la zona segura del aeropuerto comenzaron los gritos, sonidos de flashes y empujones. Los guardias del aeropuerto ayudaban un poco manteniendo lejos a las fans que intentaban acercarse un poco más a los chicos. Con paso rápido esta vez, nos dirigimos hacía la salida donde nos esperaban dos camionetas en las que viajarían los chicos hacia el hotel.
No supe cómo pasó ni en qué momento alguien jalo de mi cabello e intentó quitarme del lugar en el que iba. De no ser por un compañero del staff que se aferró a mi brazo, en estos momentos estaría siendo pisoteada por la multitud, al girar para ver quién pudo haber sido, logre reconocer a la chica como una sasaeng.
