TO MY FIRST - Na Jaemin.

Chapter 7.

Mentiría si dijera que las manos no me sudaban como si de un día de verano se tratase, no podía dejar de retorcer mis dedos entre sí y me mordía el labio inferior estrujandolo entre mis dientes mientras tenía la mirada penetrante y fría de la manager sobre mi. Sin contar mi jefa directa y las personas de relaciones públicas. Me sentía atrapada y lista para un interrogatorio masivo del cual yo saldría de todo menos victoriosa.

Debido al tic nervioso que me había sobrecogido mi pierna derecha no podía dejar de moverse y tamborilear contra el piso mientras más pasaba el tiempo pero mis nulas esperanzas de que alguno de los miembros cruzara por esa puerta comenzaban a desaparecer, incluso había perdido la fe en que Jaemin vendría a mi rescate.

— Estoy segura sabes la razón del por qué te citamos el día de hoy. — un tono duro y rudo chocó contra mis tímpanos causándome una oleada de miedo. — ¿estoy en lo correcto, Kang? — alce apenas la mirada chocando con la mirada gélida y oscura de Manager eonni.

— Creo saberla, Eonni. — mi voz salió en un débil susurro y de no ser por la risa sarcástica que resonó en la sala de juntas, habría creído que nadie me había escuchado.

— Bien, como sabes lo fundamental iremos directo al grano. — entrelazó ambas manos sobre la mesa y me dedicó la peor mirada del mundo. Si bien nunca había congeniado con esta manager, tenía entendido era dura de roer y tenía el peor de los humores durante las 24 horas del día. Los chicos solían quejarse siempre de ella por el mal trato que a veces tenía hacía ellos y NCTzen.

Vaya mierda el que justo hoy, que era mi día más ligero, tenga que estar en una reunión a puerta cerrada con la inmaculada manager de Dream.

— Creí que después de que Dispatch lanzará ese artículo en el que se aseguraba Jaemin-sshi tenía citas a escondidas con Karina, las cosas entre ustedes dejarían de tener relevancia en mi agenda. — para este punto solo pude poner atención al nombre de la trainee a la que habían unido a la ecuación, mientras la manager se tomaba el puente de la nariz con el índice y el pulgar dando un largo suspiro. — puedes decirme por favor, ¿por qué sigo teniendo problemas debido a ti? — esta vez su tono fue hostil y tosco. Como si quisiera transmitir todo el odio del mundo en una sola pregunta.

Y yo solo podía hundirme más y más en la silla intentando no prestarle atención a los demás presentes. Estaba siendo acorralada de la peor manera y sabía que nadie podría ayudarme a salir de este lío, por lo menos hasta que firmara el dichoso contrato de confidencialidad.

— Eun, sabemos que tu relación con Jaemin inició durante su hiatus y es normal querer seguir actuando tal cual lo hacían antes. — la voz de mi jefa directa me trajo de vuelta a la realidad. Sonaba tranquila, como si quisiera calmarme de alguna manera. — pero eso ya es imposible, no hay forma en que eso pueda suceder.

— Así es. — la interrumpió la manager. — ahora que Na volvió, lo hizo con un potencial enorme y comenzó a llamar la atención de todos los NCTzen, ¿cómo crees qué reaccionarán al saber que tiene una relación con una miembro del staff? — el asco en su voz se coló y solo me causó náuseas y una punzada de dolor. — Mira, no intento ser cruel. — <<¿Ha no? >> — solo estoy siendo realista, fuiste contratada para trabajar, no para jugar a la casita con uno de los artistas de la empresa. — enarcó una ceja y se levantó lentamente de la silla acercándose con pasos lentos hacia mi. — No me hagas recordarte el porqué necesitas tanto el trabajo. — ahora clavó sus ojos oscuros brindándome un panorama más claro de su gélida mirada.

Mi boca se abrió con sorpresa y mi corazón se contrajo para después comenzar a latir con rapidez. No podía creer que estuviera llegando a estos extremos, ni siquiera podía hacerme a la idea de lo bajo que habían caído.