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Al regresar hacia la mansión. Dylan decidió ir en el auto de su hermano. Mientras Derek venía con Jimin en la camioneta, el venía manejando ya que Dylan se llevó al chófer con ellos. Digamos que no le gusta viajar al frente.

Jimin trataba de no hacer ruido, ni moverse. Para no molestar a Derek, quién lo observaba en silencio por el retrovisor.
Carraspeó haciendo que el menor levantara la mirada, chocando miradas a través del espejo. Una oscura y perversa, la otra de miedo e inocencia. Jimin bajó la vista a sus pies, cerrando sus puños en sus rodillas con nerviosismo.

‐ Ven aquí- soltó haciendo un gesto con su cabeza hacia el asiento del copiloto.

Jimin tragó saliva y lo miró unos segundos antes de levantarse, y avanzar despacio hacia los asientos delanteros. El era pequeño, por lo que no le costó pasar por en medio y colarse en el lugar. No pudo evitar estar rígido con la vista al frente esperando cualquier movimiento.

-¿Por qué estás tan tenso? Relájate...- jimin ahogó un grito cuando Derek giró con brusquedad en una calle perdiendo de vista el auto de Malcom.

- No es por a-aquí- trató de advertir creyendo que Derek no había visto el otro auto.

- ¿No? Que torpe soy...- bromeó reteniendo una carcajada al verlo tan asustado.- Tranquilo, nosotros iremos a otro lugar a saldar un asunto pendiente.

Jimin negó al entender a lo que se refería soltando un par de lágrimas.

- Oh vamos, vas a divertirte igual que yo. Si haces todo lo que te diga, claro está.

- N-no quiero ir contigo, no quiero...- su labio inferior temblaba haciendo un adorable puchero. Derek sonrió mirándolo mientras levantaba una ceja divertido.

- ¿ Por qué no quieres venir conmigo? ¿Prefieres quedarte con esos dos? - preguntó cambiando su expresión, a una de molestia.

Jimin negó comenzando a asustarse por la forma en que Derek hablaba. Sujetaba el volante con excesiva fuerza marcando las venas de sus brazos. Su respiración era irregular.

-Sabes Jimin, me encanta que me lo hayas echo saber. Ahora no tendré que contenerme para hacerte todo lo que mi retorcida cabeza piensa.
Haré realidad todas mis fantasías contigo. Sin ningún tipo de censura- a medida que iba hablando su sonrisa crecía más luciendo aterrador a los ojos del rubio- ni te imaginas todo lo que te haré apenas lleguemos- soltó una carcajada mirando con deseo el pequeño y tembloroso cuerpo del menor.

- Quiero que te quites la ropa, te hiré preparando mientras llegamos. No quiero perder el tiempo cuando te tenga en mi cama.

Jimin abrió sus ojos con miedo comenzando a temblar asustado. Tragó saliva esperando que no hablara en serio. No quería que lo volviera a tocar. Quería abrir la puerta y saltar del coche en marcha pero estaba con seguro. Y le resultaba imposible escapar ya que estaba tan asustado que no podía pensar con claridad.

- Quítate la puta ropa, ahora. - repitió bajando la velocidad hasta estacionarse en un semáforo en rojo. Jimin negó con la cabeza suplicante.

- N-no por favor... no me hagas nada- pidió juntando sus manos en forma de súplica

- No me obligues a hacerlo. Terminaré destrozándolo. Y lo único que quiero romper ahora... es a tí. - lo observó amenazante haciendo que el menor tragara con dificultad mientras su corazón se aceleraba con desesperación.

El coche volvió a avanzar y Jimin comenzó a llorar en silencio mientras desabotonada sus jeans con sus temblorosas manos.

-¿Por qué haces ésto? - preguntó en un susurro cerrando sus ojos al sentir la mano de Derek sobre las suyas.

Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora