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~Jin~

Al llegar a mi "mansión" después de visitar a Jimin tuve un extraño presentimiento de que algo malo iba a pasar, estaba inquieto pensando en que Jimin estaba ocultando algo, el problema era que no tenía idea de lo que podría ser.

–¡Tae, estoy en casa! –grité sacándome los zapatos antes de subir los escalones en dirección a su habitación.

–Dios Jin, por fin llegas... Creo que éstas podrían ser mis últimas palabras, así que quiero que sepas que te quiero...–Entrecerré los ojos en su dirección cruzándome de brazos por su exagerada actuación.–te quiero pedir un favor–continuó y puse los ojos en blanco.

–Mierda Tae, eres todo un caso, te traje el helado que me pediste, y también algunos medicamentos.

Le pasé la bolsa con lo nombrado y me dispuse a apagar el televisor.

–¡Oye! Lo estaba viendo...–Se quejó el pelinegro mirándome mal mientras se metía una cucharada de helado a la boca.

–Mentira, ni siquiera le estabas prestando atención.–Contra ataqué tirándome a su lado.

Él murmuró algo inaudible mientras seguía comiendo.

–Oye Tae, ¿haz hablado con Namjoon?–pregunté sin mostrar ningún tipo de emoción aunque en el fondo estaba ansioso.

–¿Nam? Sí, llamó para saber cómo estaba y también preguntó por tí, dijo que lo llamaras cuando puedas.

Mi corazón se aceleró y traté de disimular la sonrisa que apareció en mi rostro.
Tae me miró unos segundos para luego seguir comiendo su helado.

–Bien, luego lo llamaré, por cierto, ya hablé con Jimin y dijo que te acompañará a la tienda.

–Genial, ese chico me agrada mucho–Dijo asintiendo con una sonrisa alegre.

–Si, es un buen chico...–afirmé soltando un largo suspiro–espero que esté bien.

–¿Por qué lo dices? ¿Le pasó algo?–preguntó dejando su helado a un lado y sentándose en frente mío.

–No, es sólo que me preocupa. Lo noté algo inquieto, parecía que quería decirme algo pero a la vez no. Sólo espero que no sea nada malo.

–Qué extraño...–dijo el menor antes de estirarse hacia su teléfono para luego acostarse en la cama mientras escribía algo en su teléfono.

–¿Qué haces? –pregunté intentando ver lo que estaba haciendo. Él me alejó poniendo una mano en mi cara empujándome.

–No veas, es sólo Kookie–dijo mientras seguía escribiendo con su otra mano.

Dejé de pelear y él retiró su mano de mi cara. Ambos nos miramos con complicidad antes de acomodarnos uno al lado de otro y soltar un largo suspiro.

–¿Te gusta Jungkook, cierto?– Pregunté aunque ya sabía la respuesta, pero quería que lo admitiera.

–¿Es muy obvio?–preguntó él hundiendo su rostro es sus manos.

–No, bueno si quitamos el hecho de que metes la palabra Kookie en cada oración, nadie lo sabría–dije sonriendo divertido.

–A tí te gusta Namjoon–me acusó y mi rostro se  ruborizó automáticamente.

–¿De qué hablas? claro que no.–negué cubriendo mi rostro con una almohada.

–Oh vamos, es obvio que te gusta y por lo que ví a él también le gustas.–continuó haciendo que arroje la almohada hacia un lado y lo mire confundido.

Rosa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora