Rosa Negra

1)

~Jimin~

De nuevo estoy sentado en la orilla de mi cama mirando a la nada, no sé por que pero cada mañana me despierto mirando un punto fijo antes de levantarme y comenzar mi rutina.
Desde que me echaron del colegio no he podido poner en orden mis pensamientos. Desearía que las cosas fueran más sencillas.

Doy un salto y me bajo de la cama para ir hacia el baño. Mientras me ducho pienso en cómo haré para conseguir dinero y buscar otro instituto, será muy difícil encontrar uno que quiera aceptarme ya que estamos a mitad de año, es prácticamente imposible.
Terminé de ducharme y comencé a vestirme, ya listo bajé a la cocina para ver si tenía algo en el refrigerador.

- Nada de nada -solté un bufido frustrado.

Tomé las llaves de mi moto y salí de mi departamento. Comencé a manejar hacia la casa de Jin, el único que siempre tiene comida cuando lo necesito. Frené de golpe al ver que un perrito estaba cruzando la calle. Lo observé unos segundos hasta que veo que alguien lo toma en sus brazos.
Miro al chico que acaba de aparecer y noto que es uno de los amigos de Namjoon, Tae. Él no me vé por lo que acelero para retomar mi camino. Al llegar, estaciono la moto frente a su casa y toco el timbre. Espero unos segundos hasta que alguien abre la puerta, para mi sorpresa no es Jin, si no un chico pálido qué nunca había visto.

- Hola, soy Jimin, amigo de Jin...

Antes de que pueda terminar de hablar el chico me da la espalda y vuelve a entrar a la casa dejando la puerta abierta. Lo observo por unos segundos antes de seguirlo cerrando la puerta detrás de mí. Me rasco la cabeza confundido y vuelvo a hablar.

-Oye, ¿Jin está en casa? -pregunto tratando de llamar la atención del chico. Pero él me ignora y sube las escaleras.

-Que grosero-murmuro para mí mismo antes de dirigirme hacia la habitación de Jin.

Toco la puerta y espero a que responda.

- ¿Qué pasa Yoongi? - lo oigo gritar desde su habitación.

- ¿Yoongi? -pregunto confundido, debe ser el chico grosero. - ¡Abre la puerta, soy yo! - grito para que me escuche, y en segundos la puerta se abre dejándome ver a un Jin en pijama.

- ¿Qué haces aquí y por qué no me avisaste que venías? - preguntó él poniendo sus manos en su cintura.

Lo hago a un lado empujando su pecho y entro a su habitación para luego tirarme en su cama boca abajo.

- Estoy hambriento, ¿tienes algo para mí hyung? - pregunto volteando a verlo y haciendo puchero.

- ¿Qué puedo hacer contigo? - pregunta soltando un suspiro, para luego cerrar la puerta y dirigirse hacia la nevera. Lo miro emocionado esperando que me dé algo, realmente estoy hambriento.

-¡Dime que sí! ¡Por favor, por favor! Suplico acercándome a él mientras lo veo sacar algo.

- Siempre tendré algo para ti pequeño. Te conozco lo suficiente como para saber qué vendrás a cualquier hora sólo para comer. - dice riendo mientras me pasa una hamburguesa y una coca.

- ¿Ya te he dicho que te amo? - pregunto devorando la hamburguesa.

- Todos los días- me mira orgulloso. - Pero no eres el único que lo hace - dice con aires de superioridad.

- La humildad ante todo ¿no? -pregunto burlón. Y él se hecha a reír con su típica risa contagiosa.

- ¡Soy el hombre más hermoso del mundo! Ser humilde ya está demás- bromea haciéndome reír.

- Basta! Me estoy quedando sin aire-digo con dificultad agarrándome el estómago mientras me siento en la cama.

- No sé de qué te ríes, yo lo digo en serio. - me mira con una ceja alzada y yo le arrojo una almohada a la cara, pero éste lo esquiva sin dificultad. Maldita flexibilidad.