Capítulo 4. Un pequeño paso y Confusiones

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Era increíble que nadie lo encontraba, después de esperar a que el pecoso lo dejara entrar a sus aposentos sin recibir respuesta alguna, ya sus inseguridades por la conversación anterior con Kirishima lo alteraron, aquella pequeña espina en su corazón se volvió una estaca por lo que decidió entrar, llevándose la sorpresa que su esposo no estaba en ningún lado de la habitación, en ese momento las palabras de Kirishima resonaron con fuerza... ¿y si estaba con ese Rey...?

Su mente comenzaba a jugarle de una forma horrible recordándole la sonrisa de Izuku hacia el alfa y de cómo inconscientemente lo llenaba de su olor... quería creer que todo lo que su mente se imaginaba fuera una vil mentira...

No, eso jamás... no lo creía capaz, su omega jamás se acostaría con otro, lo conocía tan bien y conocía el amor que le profesaba todo el tiempo, Izuku siempre le juro amor y lealtad, tanto como amigo y como su esposo, además si lo quisiera engañar por venganza ya lo hubiera hecho desde años atrás que el comenzó a acostarse con los omegas de su harem, además su esposo sabía muy bien las tradiciones y reglas del harem como esposo principal y el adulterio se pagaba con la muerte o el destierro así que no lo creía capaz de engañarlo sabiendo las consecuencias

Con la duda latiente y el corazón cada vez más pesado por tratar de convencerse que su esposo lo estuviera engañando mando a sus guardias reales para buscarlos y ver si el rey de las sombras estaba en sus aposentos

Y para agregar mucho más peso a su animal interno y a sus dudas lamentablemente el pasillo de la habitación donde el rey de las sombras descansaba estaba repleto de sus guardias y de los dos perros demonios restringiéndole la entrada completamente y para cerrar con broche de oro sus propios padres habían dado la autorización de que nadie ni siquiera guardias reales irrumpieran en los aposentos del rey

Su propio olor lo delataba estaba ansioso y furioso, después de un largo rato los guardias llamaron a la puerta, los dejo pasar aunque solo al límite de la puerta ya que la habitación de su pecoso nadie tenía permitido entrar a menos que fuera el, sus padres o las damas de Izuku, por motivos a que era el esposo principal y futuro rey consorte del príncipe dragón, aunque en unos días ese puesto seria arrebatado por Kirishima por el simple hecho que él era el que daría a luz a la futura reina o rey primogénito de las tierras salvajes

Levanto la vista solo para encontrarse con la mirada afligida de sus guardias...

- Mi príncipe... lo buscamos por todo el palacio pero no lo encontramos – una pequeña explosión junto al olor furioso del alfa alerto al guardia obligándolo a bajar la cabeza rezando porque no le cortaran la cabeza – y por más que insistimos, no nos dejaron entrar a ver si el Rey de las sombras estaba en sus aposentos... pero según el guardia real del Rey nos dejó en claro que su monarca no había salido en todo el día – explico rápidamente comenzando a temblar ligeramente ante el olor a caramelo quemado del príncipe denotando lo enfadado que estaba

- ¡Entonces muévanse, sigan buscando maldita sea, quiera a MI omega ahora! – ante el grito y las pequeñas explosiones el guardia se inclinó en respeto mientras se retiraba y mandaba a más de sus hombres a buscar al omega por fuera y dentro del castillo, los guardias comenzaron a movilizarse incluso mandaron a vigilar el pasillo del rey

- Ya les dije que se larguen nuestro rey está descansando – amenazo el comandante que lideraba al escuadrón de protección de Shigaraki con una mano en su espada listo para atacar si era necesario

- Lo siento pero son órdenes del príncipe señor, solo estamos siguiendo órdenes – hablo uno de los tres guardias de la guardia – Por el altercado de la mañana, se estará vigilando ya que el Esposo principal a desaparecido – informo lo más rápido para que el comandante detuviera el movimiento de la espada

Dos Reyes "Shigadeku" y "Katsudeku"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora