-¡Ya llegué!
-¿Qué tal te fue en casa de Zayn?- Besó mi mejilla dándome un fuerte abrazo.
-Bien, aunque sus padres como siempre acabaron discutiendo.
-Que mal.
-Sí... ¿Qué hay de comer?
-Pensaba hacer lasaña.
-¡Pues ve!- La abrazó- Estoy muriéndome de hambre.
-Estamos conversando, después puedo prepararte algo.
-Estoy hambriento, puedo morir- Puse mi cara más tierna- ¿Quieres que tu pequeño se muera de hambre?
-Iré a prender el horno.
-Te amo- Sonreí victorioso.
Si recibiera un dólar por cada vez que consigo lo que quiero poniendo cara tierna sería multimillonario, esto puede sonar raro para un chico de mi edad pero amo que mi madre me siga tratando como un niño, me encantaría quedarme estancado en los diecisiete y quedarme así para siempre... Jamás podría pensar en abandonar a mi madre. Es oficial, me quedaré en casa hasta los cuarenta o tal vez hasta los cien.
Paso a paso fui marcando mis pies en la escalera hasta llegar al útimo escalón, doblé a la izquierda y me adentré en mi cuarto. Prendí la televisión... Nada interesante, sólo comerciales de comida de perro y productos reductores de masa corporal, o sea nada nada interesante... aunque debo admitir que aquella comida de perro lucía bastante apetitosa... ¡Por Dios! ¿Qué estoy diciéndo?
Apagué la telévisión y saqué el teléfono de mi bolsillo, sabía perfectamente que tendría un mensaje de ella.
"¿Vendrás a la fiesta hoy? Quiero hablar contigo"
El tercer mensaje de hoy preguntando lo mismo ¿Es que acaso esta chica no entiende? No quiero ser grosero y decirle que no me envie más mensajes pero debido a que no es capaz de leer entre lineas tendré que ser sincero con ella y decirle la verdad.
-Por favor no me llames ni me mandes más mensajes. Lo lamento pero lo nuestro acabó y no pretendo volver contigo- Pronuncié mientras tecleaba- Estoy olvidándote y créeme que el verte no me ayudaría demasiado.
Extrañamente este viernes no saldría de fiesta como de costumbre, sólo deseaba quedarme en casa y pasar una noche tranquila; ver algunas peliculas y comer mucho. Con respecto a Sandy sólo puedo decir que es una excusa para no ir a la fiesta -o por lo menos así se lo planteé a mis amigos- ella y yo nunca fuimos una pareja real, sólo dos extraños que por mera casulidad -y algo de interés- acabaron juntos.
-¿Qué hace la gente cuando no sale un viernes por la noche? ¿Leer, dormir, ver peliculas o...- Fijé la vista en mi guitarra- Sí, esta es sin duda mi opción favorita.
Saqué la guitarra de su respectivo estuche y con ella me tendí sobre la cama, podía ver por la ventana la casa del lado, era un tarde tranquila y silenciosa, aunque más oscura y nubosa de lo común. Toqué un Si menor y luego de corrido un Fa sotenido y un Re menor. Me maldije a mi mismo por la falta de inspiración, nada de lo que tocaba me parecía lo suficientemente bueno... Mi sueño de ser famoso parecía aun más lejano e imposible de lo que ya era.
-Piensa Niall, busca algo que te inspire y que te motive.
En lo único que pude pensar fue en mi madre, cosa que tampoco era demasiado inspirador pero era lo más cercano que había. Lo que necesito como proyecto personal es hallar aquella inspiración, algo que me incentive a componer.
Un pequeño estruendo irrumpió mis pensamientos... la puerta principal cerrándose fuertemente, de seguro mamá la abrió y el viento causó que se cerrara así.
-Estoy aburrido. Quedarse un viernes en la noche en casa apesta, nunca más lo volveré a hacer.
De casualidad miré por la ventana, me quedé estancado varios minutos viéndo hacia donde se suponía que era la fiesta y no sé si fue por sugestión pero estoy seguro que escuché música sonar fuerte en esa dirección. Pude ver como de un momento a otro una casa del otro lado apagaba todas sus luces repentinamente. Avancé a la ventana y con cuidado me senté en el marco. La casa de al lado también se apagó, al igual que la consiguiente, las casas más cercanas comenzaron con un pequeño parapadear de luces... El cual duró alrededor de 30 segundos. Ahora fue aquí en donde las luces empezaron a fallar, de modo que inesperradamente se calló la electricidad.
Volví a entrar a la casa y cerré la ventana. Pensé en mi madre de manera inmediata, así que me decidí a bajar y a prestarle ayuda, de todas formas somos sólo ella y yo.
Tardé en bajar las escaleras, pero al hacerlo pude oír pasos provenientes de la cocina, pensando que era mi madre quise hablar, pero no lo hice a causa de un extraño sentimiento que me inundaba. Un peso cayó sobre mi pie.... Alguien me había pisado, grité al momento que la luz se prendió... Vaya. A pocos centímetros de mi rostro tenía a unos lindos ojos penetrando en los míos, era una chica de largas pestañas y ojos preciosos. ¿Quién es? ¿Qué hace aquí en mi casa?
-Él es mi hijo Niall- Pude reconocer la voz de mi madre junto a nosotros. La chica volteó a verla.
-Soy Niall.
-Yo ____________- Se alejó dejándome admirar las lindas facciones de su rostro. Sonreí amablemente.
Sostenía una mirada tierna y divertida, esta chica sin duda era linda, de una belleza única que me provocaba verla fijamente sin sentir vergüenza ni pena. Al parecer acabo de hallar un poco de inspiración.
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Elecтяιc Shσck [Nιαll's veяsισи]
Teen FictionDicen que cuando menos esperas las cosas estas suceden pero en mi caso fue diferente, lo único que deseaba en ese momento era a alguien que me protegiera, alguien que me abriera sus puertas y me dejará entrar, como ella lo hizo. No existen palabras...