CUPIDO: Un ángel diferente (Jennie & Tú)

Capítulo doce: La peor de las citas (Día cinco)

Jennie había llegado al restaurante en donde Loren había hecho la reservación para su cita, ella llegó primero, algo que le había sorprendido, ya que ese chico siempre era muy puntual. Sin embargo, eso no le importaba en absoluto, lo que tenía en sus pensamientos era, a _____, se preguntaba si estaría bien en compañía de sus amigas, si se sentía a gusto con ellas, pero, sobre todo, rogaba para que tanto Jisoo como Lisa no le enseñarán más palabras como la de "linda", solo de recordarlo se molestaba muchísimo.

Loren: Hola, Jane, disculpa la tardanza, - se encontraba parado justo a un lado de ella, con un ramo de flores en las manos, sonriéndole muy alegre, - había un poco de tráfico.

Jennie: no te preocupes, no tiene mucho que yo también he llegado, - se puso de pie, y entonces Loren le ofreció las flores, que ella acepto, - gracias.

Loren: no me tienes que agradecer, al contrario, soy yo quien te agradece a ti por esta oportunidad, pero por favor, toma asiento, - le ayudo retirando un poco la silla para que ella pudiera sentarse, - ¿ya has pedido algo? – preguntó mientras él tomaba su lugar. –

Jennie: no, aún no he pedido nada.

Loren: entonces deja que pida por los dos, quizás un corte de carne acompañado de una copa de vino tinto sería lo adecuado para esta noche.

Jennie: ¿creí que tú eras vegetariano?

Loren: la ocasión amerita comer un poco de carne ¿no te parece?

Jennie estaba un poco confundida, escuchar hablar de esa forma tan confiada a Loren era extraño, era como si fuera una persona diferente, no entendía como alguien podía cambiar en cuestión de horas. Pero la realidad era que la tardanza de Loren a su cita tenía otro motivo.

30 minutos antes.

Loren se encontraba en su departamento, muy nervioso por la cita, sabía que no debía de arruinarlo, había esperado demasiado tiempo para que al fin Jennie aceptara salir con él, así que tenía que hacer lo posible para que ella se sintiera cómoda.

Loren: vamos, Loren, no lo arruines, debes de ser una persona segura, ser un caballero y lograr que ella te dé una oportunidad de verdad, tienes que lograrlo, - hablaba mientras se miraba en el espejo que tenía en su habitación. -

XXX: yo podría ayudarte.

Loren: ¿quién está ahí? – se había asustado al escuchar esa voz dentro de su habitación, - ¿quién eres?

XXX: alguien que está dispuesto a que esa mujer sea para ti, - en medio de la habitación apareció un hombre, de mediana estatura, piel blanca, cabello negro, ojos pequeños, labios medianos, vestido completamente de negro, era muy apuesto, a decir verdad, pero su mirada provocaba miedo, - yo puedo ayudarte, a ser un verdadero hombre frente a esa mujer.

Loren: ¿qué o quién rayos eres tú?

XXX: por ahora solo dime Drazi, es un nombre casual que me gusta utilizar, a su dueño anterior no le importa realmente, de cualquier forma, eso no tiene importancia ahora, se podría decir que soy una ayuda temporal para ti.

Loren: ¿Drazi? No sé qué o quién eres, pero por favor, vete de aquí.

Drazi: no lo entiendes, no te estoy preguntando, te estoy diciendo que yo puedo lograr que esa mujer se fije en ti.

Loren: ¿por qué deseas ayudarme?

Drazi: Tómalo como un regalo, no debes de preocuparte el por qué lo hago, solo agradece mi ayuda, es todo lo que tienes que hacer.

Loren: no quiero tu ayuda, no la necesito.

Drazi: claro que lo necesitas.

Antes de que el pobre de Loren pudiera reaccionar, ese ángel negro entro en él, logrando ocupar su cuerpo por completo.