Capitulo dieciséis: Amor (Día ocho)

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Al llegar la tarde, Jennie le había propuesto a ese ángel salir a caminar, eso le parecía una buena idea, mientras aún existirá luz, ya que después de lo sucedido con Loren, le había comenzado a dar miedo salir por las noches.

Jennie: ¿te gustaría ir a algún lugar en especial?

_____: hay un lugar que me gustaría visitar.

Jennie: ¿qué lugar es?

_____: no sé cómo se llama en realidad, pero, hay muchas personas ahí, estoy seguro de que te va a gustar ¿podemos ir?

Jennie: está bien, vamos.

Él sabía cómo llegar a pesar de que nunca lo había hecho caminando, pero se guiaba por los edificios y la posición del sol, Jennie tenía mucha curiosidad de saber a dónde se dirigía, y grande fue su sorpresa al ver que su lugar de destino era una clínica infantil, no entendía por qué ese ángel conocía ese lugar. Se detuvo en seco cuando estuvo lo suficientemente cerca de la entrada.

_____: ¿te encuentras bien?

Jennie: ¿por qué quisiste venir aquí?

_____: tengo una pequeña amiga aquí, y ya no la había podido venir a visitar.

Jennie: ¿amiga?

_____: ven, te la voy a presentar.

Cuando entraron a la clínica, una enfermera los recibió, así que Jennie fue quien hablo antes de que _____ hiciera algún comentario de que iría a ver a una pequeña amiga, eso resultaría muy extraño, así que ella le dijo a la enfermera que quería conocer el lugar y saber cómo poder ayudar.

La enfermera le dijo que estaba bien, que la clínica era pública y que la mayoría de los pacientes ahí no tenían familia, así que trataban de sostener todo con los apoyos que algunos benefactores proporcionaban.

Comenzaron a recorrer los pasillos, para Jennie esto era completamente nuevo, jamás había estado en una clínica como está, jamás había estado tan cerca de pacientes, mucho menos que estos fueran niños. Entonces de entre una de las habitaciones, salió corriendo una pequeña niña como de unos 7 u 8 años, quien al ver a _____ salió para saludarlo.

XXX: has vuelto, has vuelto, - dijo mientras corría para abrazarlo, - sabía que volverías.

_____: hola, Chu Ye-jin.

Chu Ye-jin: ¿por qué tardaste tanto en venir visitarme? Pensé que ya no regresarías.

_____: tuve que hacer algunas cosas, pero, trataré de venir un poco más seguido.

Chu Ye-jin: ¿quién es ella? ¿tu novia?

_____: ¿novia? ¿qué es una novia? -le preguntaba a la pequeña niña. –

Chu Ye-jin: es con quien te vas a casar y a tener hijos.

_____: ¿casarme? ¿eso es algo divertido?

Chu Ye-jin: no es divertido, es cuando una mujer y un hombre viven juntos ¿no te vas a casar con ella?

_____: no, casarme no, pero ya vivimos juntos.

Chu Ye-jin: entonces ¿ella también tiene alas como las tuyas? – le susurro al oído. -

_____: no, ella no tiene alas, ella es una persona como tú, no es alguien como yo.

Jennie: hola, mi nombre es Jennie, mucho gusto Chu Ye-jin.

Chu Ye-jin: ¿Jennie? Qué bonito nombre tienes, eres tan bonita que pensé que eras un ángel como _____.

Jennie: muchas gracias, tú también eres muy bonita.

Chu Ye-jin: lo sé, es por eso por lo que yo seré un ángel ¿verdad _____?

_____: sí, así es, ahora tienes que ir a que te revisen como lo hacen todos los días.

Chu Ye-jin: ¿no irás conmigo como siempre lo hacías?

_____: no puedo, le mostrare a Jennie el lugar, pero, - entre sus manos apareció una pequeña pluma, como la que tenían sus flechas, - puedes llevarte esto, así podré estar contigo siempre.

Chu Ye-jin: de acuerdo, me voy a ver a la enfermera Choi, muchas gracias por el regalo _____, espero que vengas más seguido y traigas a la linda señorita contigo, nos vemos.

La niña salió corriendo en dirección contraria, muy feliz con esa pequeña pluma entre sus manos, Jennie no podía dejar de observarla, y entonces volteo para mirar al ángel que tenía a su lado.

Jennie: ¿vienes aquí muy seguido? O ¿por qué te conoce esa niña? Pensé que no podías escuchar a los humanos, solo a sus corazones.

_____: solía venir, un día mientras volaba observando a los humanos, vi a Chu Ye-jin mirando por la ventana, entonces sus ojitos se fijaron en mí, de todos los humanos, a ella era a la única a quien podía escuchar, así que siempre que podía, venía a jugar con ella.

Jennie: pero... tú has dicho que los humanos no te pueden ver, a excepción de... - se quedó callada y volvió a mirar hacía la dirección a donde había corrido esa niña, - a excepción de quienes van a morir... esa niña ¿morirá?

_____: así es, ella no estará por mucho tiempo entre los vivos, su alma pura e inocente era lo que me permitía a mí poder escucharla.

Jennie: ¿por qué me has traído aquí?

_____: porque quiero que veas que el amor no es solamente estar con una persona, el amor es todo lo que te rodea, esa pequeña, por ejemplo, ama la vida, a pesar de que será muy corta para ella, todos los que se encuentran aquí tienen un motivo para olvidar al amor, sin embargo, es a lo que más se aferran para seguir adelante.

Jennie: yo no soy como ellos...

_____: es verdad, no lo eres, tú tienes un motivo mayor para no olvidarte del amor, debes amar a la vida, a tu familia, a tus amigos y en algún momento a una pareja y por último a tu trabajo.

Jennie: yo no he renunciado a ninguna de esas cosas, ni a mi familia, ni a mis amigas, tampoco a mi trabajo, solo no quiero volver a enamorarme de una persona, de una pareja.

_____: ¿alguna vez les has dicho que los amas?

Jennie: yo... - se quedó pensando ante esa pregunta, - no, jamás se los he dicho, pero no tengo que hacerlo, ellos lo saben.

_____: debes decirlo, debes decirles que los amas.

Jennie: no tengo que hacerlo, mis actos hablan por sí solos.

_____: debes decir lo que sientes, debes dejar que sea tu corazón el que te guíe, a veces decirle a la persona indicada lo que sientes, puede hacer un gran cambio en todos los sentidos, y es probable que se salven muchas vidas con eso.

Jennie: ¿salvar vidas? ¿el amor salva vidas?

_____: más de lo que te puedas imaginar.

Jennie: quizás, algún día cuando sienta un amor tan grande, lo pueda decir.

_____: yo espero lo mismo.

Ambos estuvieron un rato más en ese lugar, después se retiraron ya que estaba oscureciendo y lo mejor era regresar a la casa de Jennie, ahí podrían seguir conversando. Aunque algo era seguro, y eso era que ella comenzaba a entender a lo que ese ángel se refería cuando le había dicho que no podía renunciar al amor, y lo importante que era en su vida. Sin embargo, ella no se sentía preparada para poder pronunciar esas dos palabras que significaban tanto.


CUPIDO: Un ángel diferente (Jennie & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora