Universo Azul

-Dios puede cambiarme...- Capítulo 7

El tiempo seguía avanzando, aunque para Taehyung cada día se sentía igual de vacío y monótono. En la iglesia, todo continuaba como siempre: las clases, los sermones, y las expectativas de todos. Pero para él, el espacio que Jungkook había dejado se sentía cada vez más palpable.

Aunque intentaba concentrarse en sus responsabilidades, su mente volvía constantemente a los recuerdos de sus conversaciones con Jungkook, cada sonrisa y cada mirada que compartieron. No entendía del todo por qué esos recuerdos lo perturbaban tanto, pero cada vez que intentaba dejar de pensar en él, la presencia de Jungkook volvía a llenar su mente, como una sombra persistente.

---

*En la iglesia, durante la clase de adolescentes*

—Bien, chicos, hoy hablaremos sobre la importancia de la fe en tiempos de prueba —comenzó Taehyung, tratando de sonar lo más concentrado posible.

Al mirar a los adolescentes sentados frente a él, notó una expresión distraída en varios de ellos, algo que le resultaba familiar. Recordó que en muchas ocasiones él también se había sentido así, incapaz de concentrarse en las palabras de los sermones porque su mente estaba ocupada en problemas y emociones que no lograba entender.

Uno de los chicos, Hoseok, levantó la mano.

—¿Y si siento que mi fe está desapareciendo? —preguntó con un tono de sinceridad que sorprendió a Taehyung.

La pregunta lo dejó pensativo. Sabía exactamente lo que era sentirse desconectado, incluso estando en un lugar donde todos esperaban que tuviera respuestas. Tragó saliva antes de responder, sintiéndose vulnerable ante esa honestidad inesperada.

—Creo que... todos pasamos por momentos así. A veces, nuestra fe es puesta a prueba, y no siempre es fácil. Pero cuando eso pasa, creo que es importante ser sincero con nosotros mismos. Admitir que estamos perdidos y permitirnos sentirlo sin juzgarnos, en ese momento es que debemos buscar de Dios y pedirle que nos guíe —respondió, sintiendo que sus propias palabras resonaban en su interior.

Los chicos parecieron aceptar su respuesta, pero Taehyung se dio cuenta de que, en el fondo, él también necesitaba esa respuesta. Sentía que su fe estaba temblando, debilitada por las dudas que habían surgido desde que Jungkook se había ido, y por las emociones que no lograba comprender.

---

*En casa de Taehyung, esa noche*

Esa noche, después de la cena, Taehyung se encerró en su habitación, buscando un momento de paz. Tomó su Biblia y comenzó a leer, tratando de encontrar algún tipo de consuelo o guía en sus páginas. Pasó varios minutos leyendo, pero por alguna razón, nada le parecía suficiente para aliviar la inquietud en su pecho.

Finalmente, cerró la Biblia y se quedó en silencio, mirando hacia el techo. "Dios, si realmente estás allí, ¿podrías darme una señal? ¿Estoy haciendo algo mal al pensar en él?" susurró en un tono de súplica.

Las palabras flotaron en el aire, sin respuesta. Taehyung suspiró, sintiéndose aún más confundido. No quería renunciar a su fe, pero cada vez que intentaba aclarar sus pensamientos, las preguntas y las dudas parecían multiplicarse.

---

*En el parque, con Jenna*

Unos días después, Jenna lo invitó a dar un paseo por el parque después del servicio. Aunque Taehyung prefería estar solo, aceptó la invitación, sintiendo que tal vez hablar con alguien podría ayudarlo a despejarse.

—Has estado muy callado últimamente, Tae. ¿Todo bien? —preguntó Jenna, observándolo con una mezcla de preocupación y curiosidad.

Taehyung dudó un momento antes de responder. Aunque confiaba en Jenna, sabía que había cosas que no podía compartir con ella.