Capitulo 23. Las mismas palabras.

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Siento sus labios sobre los mios y en lo único que puedo pensar es en el y en mi, en mi cama, a punto de hacer algo que nadie podrá interrumpir esta locura.

Gimo involuntariamente y el libera mis labios solo un poco para esbozar una pequeña sonrisa. Deposita unos cuantos besos castos mas, se levanta y se sienta a un costado de la cama, baja la mirada.

- Mila, no se que tienes que no puedo dejar de pensar en ti, tu sonrisa, tus labios, tus ojos, tu forma de mirarme, tu personalidad, cuando me haces reír, es todo de ti que me gusta.

Me sonroje.

- Tu también me gustas - Dije y sostuvo mi barbilla.

- Nunca había conocido a alguien como tu.

Esas mismas palabras, esas palabras, las han dicho tres hombres a los que quise: David, Yael y Axel. Ahora Daniel.

Me levante de la cama.

- Yo no soy diferente a las demás, soy como cualquier chica.

- No, Mila eres diferente..

- ¿Porque aseguras eso?

- Bueno... ninguna chica después de que la han violando sigue su vida y lucha para que no vuelva a pasar...

- ¿Por eso soy diferente? - Le interrumpo.

- Dejame terminar, no solo por eso, tienes lo que muchas no tienen.

- Y según tu.. ¿Que tengo yo que no tienen las demás? - Volví a interrumpirlo.

- ¿Dejarías que termine?

- Lo siento.

- Tienes esa forma de querer ayudar a los demás antes que a ti, tu amabilidad, que siempre estas feliz y le das alegría al mundo, que le das ánimos a los demás aunque tu estés peor que ellos. Son tantas cualidades que si las digo todas amanecería y aun no termino.

Definitivamente me volví a sonrojar.

- Daniel, gracias por tus palabras pero, ¿Tu no amas a tu novia?

- Mila, te acuedas cuando te dije que sentía algo por otra chica pero no sabia que era - Asenti - Esa chica eres tu, y ahora se que es lo que siento por ti. Me gustas.

- Pero Daniel ¿Que pasa con tu novia?

- Aun la quiero pero su indiferencia... no hablamos, sus padres no me aceptan, tenemos problemas y esto no va para ningún lado.

- Daniel yo no quiero ser el motivo de un rompimiento.

- Lo se, pero tu no eres el motivo, hace mucho estaba pensando en eso.

- Pero Daniel...

- Mila podemos dejar el tema de mi novia.

- Okey, esta bien. ¿Puedo preguntarte algo?

- Si, dime.

Hace mucho se me habían perdido unas hojas que contenían mis sentimientos hacia Daniel y que aparecieron mas tarde en su mochila, pero no había tenido el valor para preguntarle si lo había leído hasta ahora.

- Daniel ¿Leíste unas hojas que aparecieron en tu mochila la vez que estabas en el salón de clases?

- Ah, si. ¿En serio sentiste eso cuando me conociste?

- Si - Dije encogiendome de hombros.

- Ya lo sabia.

- ¿Ya lo sabias?

- Si.

- ¿Por eso me mirabas así?

- No.

- ¿No? Entonces, ¿Porque?

- Bueno... porque antes de que te viera entrar por esa puerta en clases ya había visto una foto tuya.

- ¿Como así?

- Estaba en casa de Alison tres días antes de clases y ella tenia una foto tuya en un mural, le pregunte por ti y me contó todo lo que sabia acerca de ti, y me gustaste al instante.

- Ah, entiendo y ¿Que sentiste cuando me viste por primera vez?

- Si te soy sincero, emocionado, y me dije: Esta aquí, que bella es en persona.

- ¿Ah si? - Pregunte con una sonrisa coqueta acercandome a la cama para sentarme sobre el.

- Si.

Beso castamente sus labios.

- Okey, Daniel... ¿Que te parece si vamos al parque?

- Me parece bien - Sonríe - pero primero iremos a mi casa para que me duche y cambie de ropa.

- Esta bien.

****

Fuimos a su casa, muy bonita por cierto, mientras el se duchaba yo conocía a sus padres. Son muy divertidos, muy buena onda. Iban de salida, dijeron que tenían prisa y que por eso no se podían quedar mas tiempo conmigo. El papa de Daniel solo lo miro y palmeo su espalda. Fue como una mirada de advertencia. Luego se despidieron de mi.

Mientras estoy sola en la sala, usando mi celular, escucho que Daniel me llama a gritos y subo a la habitación corriendo, voy a su habitación, nuevamente me llama y su voz venia del baño, estaba dudosa si entrar o no, decido abrir la puerta y lo encuentro solo con una toalla envuelta en la cintura y todo mojado.

- ¿Porque me llamas?

- Yo no te he llamado, chiquita.

- ¿Como que no?

- No. ¿No sera que querías verme en toalla? - Me dice con una sonrisa picara.

- Claro que no - Respondí sonrojada.

La toalla se le cae de repente, me volteo rápidamente y decido salir del baño, el se me acerca y me agarra de la cintura, me voltea, cuando lo hace bajo la mirada y veo que esta en bóxer. Suelto un suspiro, hace que lo vea a los ojos y se acerca para besarme. ¡Y si que lo hace! Me besa. Me besa de esa manera que tanto me gusta.

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Heeey.
Quería avisar que en la próxima semana estaré en exámenes, por lo tanto, no podré subir muy seguido, sino hasta que los termine. :(

Espero que este les guste.

Lo que una amiga me roboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora