Capitulo 40. Regreso.

64 10 1
                                    


Al día siguiente de visitar a Yael, mientras subía las escaleras para ir a mi habitación, mi celular empezó a sonar. Termino de subir, prácticamente corriendo, para contestar.

- Hola.

- Hola Mila.

- ¿Como estas, Axel? - Pregunto muy feliz.

- Yo bien, ¿Y tu? Espero que mejor que antes.

- Estoy bien - Conteste.

- Mila...

- ¿Si?

- No sabes como quisiera estar ahí contigo para que te desahogues.

- No te preocupes, algún volverás y te podre abrazar. Con eso me basta.

- Te extraño mucho, enana.

- Yo igual.

- Mila, necesito que hagas algo por mi.

- ¡Lo que sea! Dime.

- ¿Te acuerdas del lugar donde nos conocimos? Que estabas llorando.

- Si. ¿Que pasa?

- Es que mande un obsequio para ti, y quiero que lo vayas a buscar.

- ¿Y porque no me lo mandaste hasta mi casa? Sabes mi dirección.

- Es que es especial...

- Okey, voy para allá - Digo sonriendo.

- Hablamos después.

- Esta bien, adiós.

Colgué y me dirigí al lugar, en el coche de mi papa para llegar mas rápido.

Vi a lo lejos el lugar donde nos conocimos y nos vimos por primera vez, y empecé a recordar ese momento gran especial.

Baje y camine hasta allí. Sobre el césped, delante de un árbol muy grande, había una caja pequeña, como un regalo normal y un lazo muy bonito encima. También tenia una tarjeta.

"Abreme".

Decía esta.

Eso hice. Vi un hermoso pañuelo azul. Lo levante y sentí lo suave que era. Vi otra tarjeta.

"¡Volteate!"

Al voltear vi a ese rubio de ojos verdes que tenia mucho tiempo que no lo veía.

- ¡Axel! - Grite.

- La primera vez que te vi estabas llorando y no tuve un pañuelo para ofrecerte - Dijo acercándose a mi lentamente.

- Pero me diste tu hombro, que es mucho mejor - Respondí con una sonrisa sincera.

- Tienes razón, pero ¿No me darás un abrazo?

- No tienes que pedirlo.

Lo abrace, pero saltando sobre el y colocando mis piernas alrededor de su cintura. Se tambaleo un poco pero después le pareció muy divertida mi reacción y dio varias vueltas conmigo aun encima.

Me separe un poco y lo mire a los ojos. Me dineros ganas de besarlo. Tenia tanto tiempo sin verlo, pero aun así me contuve.

- Te extrañe - Dije.

Al instante Axel me roba un beso. Me sorprendí pero después cerré mis ojos poco a poco y lo bese con las mismas ganas.

Nos separamos por falta de aire. No nos importaba que la gente nos mirara pero igual ya tenia que separarme un poco.

Lo abrace nuevamente. Amabos sonriendo como tontos.

- Pensé que volverías en dos años. Solo han pasado unos meses.

- ¿Quieres que me valla? - Pregunta el divertido.

- ¡No! Tonto -. Reí negando con la cabeza - Es que me sorpredi mucho. Pero me alegra que estés aquí.

- Te extrañe y pensé mas de lo que te imaginas. Sentía que allá las cosas no estaban funcionando y que algo me faltaba. Luego de darle tantas vueltas a mi cabeza, entendí que ese algo que me faltaba, eras tú.

Asenti lentamente sin saber que decir. Igualmente no creo que algo pudiera salir mi boca. La emoción y felicidad ya me recorrían a toda velocidad por dentro.

El entendió mi silencio como una señal para que siga hablando.

- Se que terminaste con Daniel hace poco - Prosigue - y que estas muy herida, pero yo quiero que seas mi novia. Te espere todo lo que sea necesario, hasta que decidas que es el momento correcto, y no tengo que susurrarte que te amo porque no seria mi estilo.

- ¿Ah si? ¿Y como sería tu estilo?

Me suelta y se dirige al banco mas cercano que encuentra. Se pone de pie sobre este.

- ¿Que haces?

- Querías saber mi estilo - Me guiña un ojo con una sonrisa algo picara - Señores y Señoras que se encuentran en este hermoso parque, quiero darles una gran noticia, en este lugar se encuentra una flor, ¡que flor, una rosa! Que al principio me clavo con sus espinas haciendo que yo me desangrara - Río por su exageración. Parece todo un poeta hablando con los brazos abiertos y medio alzados - pero a medida que pasaba el tiempo, ella fue floreciendo, y esas espinas han ido desapareciendo, haciendo que ya no me lastime, y no creo que sea capaz de hacerlo a nadie mas... ¡Y por eso! Ahora quiero decirles, confesarles... - dejo de hablar tan alto y se bajo del banco acercándose lentamente a mi - que esta bella rosa esta frente a mi y la amo.
Delante de todo el mundo quiero confesar mi amor y decir que te amo. Que te quiero con todo mi corazón.

- Creo que no esperaras mucho...

- ¿Porque lo dices? - Pregunta confundido.

- Porque si.

- ¿Si que, Mila?

- Si quiero ser tu novia.

- pero...

- Pero nada, lo que tuve con Daniel fue un error, aunque pase momentos buenos ya eso paso, el hizo su vida ¿Porque no puedo hacer la mía? Tu eres mejor que el, en muchos sentidos... te fuiste a España y mantuviste contacto conmigo, el estaba aquí y me engaño con otra, además si fueras otro probablemente te olvidarias de mi, pero no, eres Axel, y ya se todo lo que tengo que saber de ti. Gracias por mostrarme desde un principio tu verdadero tú. Gracias por ser quien eres.

- Gracias a ti, por tus palabras.

- ¡Mis palabras! Mis palabras no son nada comparadas con las tuyas - Digo riendo - Axel, aun no puedo decir que te amo, pero siento una fuerte conexión contigo, y quiero que siga así, porque de ese modo se que si te voy a llegar a amar como lo haces tu.

Después de eso nos abrazamos y dura un buen rato así. Siento el calor que nuestros cuerpos proporcionaban al estar juntos. Tomó mi mano y nos dirigimos al banco donde se había subido hace un rato y nos sentamos.
Conversamos un poco. Luego recibió una llamada y nos tuvimos que despedir. Pero no por mucho, sino hasta mañana que nos encontraremos para almorzar.

Al subir a mi habitacion fui a por una ducha de una vez. Ya lista me recoste sobre mi cómoda cama.

Quien diría que me quedaría con Axel... bueno, el tiempo dirá si hice lo correcto o no.

Poco después me quede dormida.

Holaaa. Paso para avisar que solo queda un capitulo + el epilogo!!

Voten y comenten :D

Lo que una amiga me roboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora