Capítulo 25. Todo iba bien.

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Me llevo hasta un banco a unos cuantos metros y nos sentamos.

- ¿Estas bien? - Me pregunta.

- Si, gracias.

- No es nada "Torpe"

- Deja de decirme así.

- Ya, esta bien "Torpesita" -. Dice sonriendo.

- ¡Daniel! - Exclamo un poco enfadada.

- Okey, chiquita.

- Bueno, nos vamos.

- Si, vamos pero ¿Segura que puedes caminar?

- Si. Voy y recojo las palomitas, tu chaqueta y seguimos caminando.

Una vez en sus manos decide poner su chaqueta sobre mis hombros y yo me la coloco bien ya que tengo algo de frío. Mientras caminabamos Daniel toma mi mano y las entrelazamos. Así estuvimos todo el paseo, luego me llevo a casa y al llegar mis padres y mi hermana ya habían llegado de viaje.

Les presento a Daniel. Por suerte se cayeron muy bien.

- Mila, ¿No les dirás? - Me susurra Daniel.

- ¿Para que me lo recuerdas?

- Okey, lo siento - Me vuelve a susurrar - Ya me tengo que ir - Le dice a mis padres dándole la mano nuevamente - Espero que le digas, nos vemos mañana en clases.

- Esta bien.

Se despide y se marcha.

- Pa, Ma... tengo que contarles algo.

- Dime tesoro.

- Okey, bueno... es que... Yael  abuso de mi.

- ¡¿Que?! - Exclama mi papa levantándose de un solo salto del sofá.

Mi madre en cambio parece haber quedado sin palabras.

- Si, pero ya esta preso.

- Pero ¿Como? ¿Cuando? No entiendo nada.

Luego de explicarles y contarles todo, comprendieron. Al principio mi padre lo quería matar pero lo calme y le conté que Daniel se quedo acompañandome. Se enojo un poco pero lo hice reaccionar, le dije que gracias a el estoy mejor. Les asegure que no paso nada.
Mama no lo podía creer y no dijo absolutamente nada.

Después de contarles todo me fui a preparar para dormir. Una vez lista, oigo en la puerta de mi habitación unos leves toques y al instante veo a mi madre asomarse por ella.

- Hija... - Susurra acercándose a la cama y sentándose sobre esta - Tengo que hablar contigo, se que no es fácil...

- ¿Haber perdido mi virginidad de esa manera? Si, lo se ma. No te preocupes, estoy bien. Ahora tengo que dormir. Mañana tengo clases.

Ella suelta un suspiro.

- Esta bien, pero cualquier cosa que necesites o cuando quieras hablar sobre el tema...

- No, esta todo bien, perfecto - La vuelvo a cortar.

- Okey - Se levanta - No te molesto mas. Que descanses - Dice antes de cerrar.

- Igualmente - Murmuro ya que esta fuera de la habitación.

Me siento mal porque se que la trate un poco mal y como no debía, pero no es tiempo para tener una conversación madre e hija. Tampoco quiero que me estén recordado muy a menudo ese momento.

Al día siguiente me despierto igual que siempre y luego de hacer lo acostumbrado me dirijo al colegio. Cuando llego Daniel me estaba esperando.

- Mila, te he estado esperando.

- Ah, bueno ya estoy aquí.

Entramos juntos al salón y todo fue normal, en realidad ni tanto, toda la clase se quedo mirándonos, el en su asiento y yo en el mio. Puse mi silla horizontal y así pude verlo mejor.

Nos regalamos una sonrisa.

Paso un mes y todos esos dias iban de bien a mejor. Iba a los ensayos de la presentación, entre Daniel y yo todo estaba súper bien, en recreo siempre hablamos, estaba en contacto con Axel desde España, David tienen una novia con la que me llevo de maravilla.

Todo a ido bien. Bueno, todo iba a bien.

De pronto recibí una llamada cuando veía televisión tranquilamente en mi habitación.

- ¿Hola?

- ¡Mila!

- ¿Si?

- ¿No te acuerdas de mi? Soy tu peor pesadilla - Ríe - Soy Yael.

Lo que una amiga me roboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora