El grito de Usagi dejó helado a Endymion, que estaba a punto de llamar a la puerta.
Usagi palideció y dejó caer la bolsa con la ropa sucia, así que Endymion se acercó a ella y pasó un brazo por encima de los hombros de la mujer, para tranquilizarla.
-Soy yo, Usagi, Endymion Chiba. Tranquilízate. Venga, respira profundamente...
Serenity aún estaba aterrorizada, pero el contacto de Endymion hizo que reaccionara. Se sentía increíblemente pequeña a su lado, pero era algo muy agradable.
Endymion apartó la bolsa de ropa con un pie, la hizo entrar en la casa y la llevó hacia uno de los dos sofás.
-Siento haberte asustado -declaró, mientras la ayudaba a sentarse-. He ido a la mansión, pero la señora Anderson me ha dicho que vivías aquí.
Usagi frunció el ceño.
-La señora Anderson se marcha a las cinco. Y, además, no enviaría a un desconocido a mi casa.
-Al parecer se ha quedado hasta más tarde para ayudar a la señora Kahio. Me ha dicho que no se encontraba muy bien, pero que ahora está mejor -dijo Endymion-. En cuanto a lo que has dicho sobre los desconocidos, tienes razón. Sin embargo, conocí a la señora Anderson en la fiesta de Navidad que dio cierta amiga tuya, Michiru.
Endymion la miró con intensidad, para observar su reacción. Pero Usagi mantuvo la calma.
-El caso es que se acordaba de mí -continuó él-. Le he dicho que Michiru estaría al caer y que la esperaría en el salón.
-¿Quieres decir que la señora Anderson se ha marchado a casa? Entonces, ¿cómo es que no estás esperando en el salón de la mansión, como acabas de decir?
Endymion podría haber dicho muchas cosas. Podría haber dicho que hacía días que no conseguía conciliar el sueño porque no hacía otra cosa más que pensar en ella; o podría haber dicho que había echado un vistazo a sus datos, en el instituto, y que había descubierto cosas muy interesantes. Pero se limitó a responder:
-Porque Michiru no va a venir. Mentí.
-¿Por qué? -preguntó, extrañada.
-Porque era la única manera de que la señora Anderson se marchara. Sin embargo, no soy yo quien tiene que responder a algunas preguntas. ¿Por qué has mentido, Usagi? ¿De dónde eres realmente?
-¿Cómo?
-He comprobado tus datos. Al parecer, estudiaste en el instituto Washington de San Diego, pero dijiste en clase que fuiste al instituto Milburn. Y no hay ningún instituto Milburn en San Diego. No mientas, porque lo he comprobado. Además, hay otra cosa que me extraña... ¿qué pintan los Kahio en todo esto?
-¿Qué quieres decir? La señora Kahio es tía mía.
-Qué extraño. Michiru me ha dicho que no tiene más familia que su abuela, pero tú dices que la señora Kahio es tu tía, de modo que tú también debes ser familiar de Michiru, al igual que tus padres, ¿no es cierto? -preguntó-. Por cierto, ¿qué tal están Ikuko y Kenji?
-Bueno, están a punto de divorciarse -acertó a responder-. Querían que terminara los estudios lejos de casa, para no involucrarme en sus problemas, así que me enviaron aquí.
Endymion pensó que Usagi era una buena actriz. Había captado su interés desde el principio. Pero a la curiosidad que sentía se añadía ahora el enfado.
-He intentado ponerme en contacto con tus padres, Usagi. Pero el número de teléfono que viene en tu historial académico no existe.
-Mi madre se ha cambiado de número, y se ha dado de alta con el apellido de soltera. En cuanto a mi padre, se ha marchado de la ciudad.
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Bajo Otra Edentidad
FanficSerenity Moon era la única testigo de un brutal asesinato. Después de que el asesino atentara contra su vida, la policía la colocó bajo protección; pero uno de los agentes la traicionó y se vio obligada a ocultarse en un lugar donde nadie la pudiera...