Integrante inesperado

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Harry no estaba muy seguro de que decir, seguro de que si sus tíos fueran otros y Snape fuera otra clase de maestro sería una reunión agradable, pero siendo ellos como eran de seguro se sentarán a la mesa a escuchar como Snape les decía la clase terrible de estudiante que era.

—Potter, si no quiere dejarme pasar entonces llama a tus tíos para que pueda hablar con ellos.

—¡Muchacho! ¿Quién es?— La voz del tío Vernon se escuchó hasta la puerta y Harry no estaba seguro de lo que debía hacer.

—Potter, estoy aquí por orden de Dumbledore, así que si se aparta y me deja pasar entonces podremos terminar con esto lo antes posible.

Harry lo meditó unos segundos y pensó en preguntarle por qué Dumbledore lo había enviado pero sabía que Snape no sería cooperativo, se hizo a un lado para permitirle al hombre entrar.

—Están en la cocina, siga derecho por el pasillo.

Cuando el hombre de cabello negro paso junto a él Hary se dio cuenta de que no llevaba puestas sus tunicas, vestia un pantalon de pana negro y un suerte del mismo color y llevaba en el brazo lo que parecia un gaban de color gris oscuro, sin todas las capas de tela encima a Harry le parecia que se veía mucho mas delgado a como supuso que era. Su cabello como siempre era un desastre pero se veía brillante.

Harry cerró la puerta y caminó detrás del hombre, ingresó con él a la cocina y esperó a que fuera él quien explicara la situación.

—Vernon, el chico dejó a un vago entrar a tu casa.

Era evidente por el tono de la voz en la tía Marge que se encontraba ebria, Snape había arrugado la nariz al escucharla hablar aunque no se apresuró a responder a lo que le dijo.

—Snape...

De pronto escuchó susurrar a su tía Petunia, cuyo rostro se había puesto extremadamente pálido.

—Buenas noches Petunia, espero no haber interrumpido su cena. Iba a venir mañana como habíamos acordado, pero las noticias me pusieron un poco ansioso así que pensé que sería mejor recoger al muchacho para que él no fuera solo a la estación.

El chico de lentes se sorprendió bastante al oír tales palabras, y eso sumado al gesto amable que Snape tenía en el rostro ¿Que era todo eso que decía?

Sus tíos se miraron como si no supieran qué responder y entonces Harry lo entendió, su tía no podía enterarse de nada sobre la magia, entonces sus tíos no podían simplemente echar a Snape.

—Si se lo va a llevar quizás deba pensar en que dárselo— Fue la tía Marge quien rompió aquel silencio— Así no seguirá abusando de la buena voluntad de mi hermano y su esposa.

—Vamos a la sala— Petunia se había levantado de un salto, su voz se escuchaba chillona y apretaba con fuerza su servilleta.

—Seguro— Snape había inclinado la cabeza ligeramente y siguió a la mujer hasta llegar a la sala.

Una vez ahí tía Petunia se cruzó de brazos, su rostro había adquirido color de nuevo y tenía en los ojos una mirada de superación.

—¿Qué se supone que haces aquí, Snape?— Al chico le parecía que su tía no solo conocía al hombre de antes sino que este no le agradaba en lo absoluto.

La expresión amable que Snape había mostrado hace poco se desvaneció y de nuevo estaba en él aquella sonrisa que le ponía los pelos de punta.

—Dumbledore me ha enviado a recoger a Potter, aún faltan tres semanas para que regresen a clase y existen ciertas circunstancias que le hacen creer que todos estarán más seguros si me lo llevo los días que restan.

Cuando mires atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora