XIII

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Baekhyun se sentía encerrado, así que decidió vestir a su pequeño con uno de los trajecitos que su padre, Chanyeol, le había comprado. Saldrían a dar un paseo y con suerte podrían ver al alfa.

Se colocó una capa larga hasta el suelo, acomodó su capucha, y a su bebé lo envolvió en una tela abrigada sumamente larga, no quería que se enfermará.

Empezaron a caminar por las calles del pueblo, a veces se quedaba quieto, simplemente mirando las casas nuevas y los rostros de gente extranjera; sabía que Siwon siempre estaba dando hospedaje a los cambiaformas que corrían peligro en otros lugares.

Disfrutó de los aromas a pasteles que a esa hora estaban preparando, decidió que no sería malo comprar un trozo de pay, así que con una sonrisa, se dirigió hasta la panadería más cercana y llamó al vendedor.

—Oh, Baek, eres tú —dijo una chica pequeña.

—¿Yeri? Hace tiempo que no te veía —exclamó, sorprendido y luego sonrió.

—Sí, lo que pasa es que hace unas semanas viaje a otro pueblo... Y ¿Adivina qué? —ella levantó su cabello largo para mostrar un bonito collar de plata—. Me voy a casar con un beta que conocí allá.

—¿En serio? Eso es grandioso —dijo contento y luego palmeó el hombro de ella.

—Sí, no te preocupes, estás invitado a la boda junto a tu pequeño —le envío un beso por el aire al bebé.

—Muchas gracias, espero que pasen una linda ceremonia —le mando sus buenos deseos—. Por cierto ¿Trabajas ahora aquí?

—Sí, como mi prometido quiere que vivamos aquí, debido a que es una manada más grande, entonces puso una panadería donde él cocina y yo atiendo —con sus manos mostró los panes esponjosos sobre la mesa.

—Me alegro mucho, cuando mi Minyeol cumpla sus seis meses, vendré a pedir un pastel de rosas —le dijo de buen humor para luego ver a su bebé, quien solo miraba todo su alrededor.

—Eso espero —ella sonrió—. Ahora ¿Qué te trajo por aquí?

—Oh, es que se me antojo un pay —froto su abdomen—, y no, no estoy embarazado —dijo rápidamente cuando vio la sonrisa amplia de la chica—, solo es un antojo de medio día.

—Bien, ya te traigo tu pay —asintió, dándose media vuelta hacia el interior de la tienda.

Baekhyun se quedó jugando con su pequeño mientras la chica lo atendía y de reojo pudo ver algo, así que giro su cuello solo para encontrarse con la imagen de algo que para él era desagradable. Se trataba de Chanyeol con aquel omega, el cual estaba colgado de su brazo y sonriendo tanto que incluso podía ver sus encías.

—Aquí está —vino Yeri con una cajita envuelta en tela—, puse un pancito con hierbas que son buenas para la lactancia —le sonrió.

—Muchas gracias, Minyeol te lo agradece —besó la mejilla de su hijo y luego sacó el dinero para pagar—. Nos vemos después, ten un buen día —se despidió.

—Igualmente, adiós, bebé —sonrió bobamente al pequeño.

Baekhyun decidió irse a otro lugar para no ver a la pareja, deseaba estar en paz con su bebé y su pay, así que dirigió sus pies hasta un pequeño parque infantil y se sentó en una banca de madera bajo un árbol frondoso. Le quito la tela a la cajita y saco el mini pay para empezar a comer.

—Uhm, está muy bueno, cuando estés más grande, te cómprare muchos de estos —le dijo a su hijo mientras seguía masticando.

A lo lejos pudo ver a una pareja haciendo un picnic con sus cachorros y en ese momento comenzó a masticar con más lentitud mientras pensaba en que hubiera sido maravilloso que Chanyeol estuviera en ese momento con él, divirtiéndose y contándose cosas tontas. Apretó sus párpados, dejando salir varias lágrimas, ya que recordó el día que tuvieron su día de campo, justo en el mismo día que todo se fue al infierno.

Sempiterno [Segunda Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora