El día siguiente fue muy ocupado, ya que algunos estaban limpiando los escombros, otros arreglando sus casas y los más desafortunados llorando las muertes de sus seres queridos. Todo era llanto y desolación por lo sucedido, incluso el mismo ambiente era frío y gris.
Chanyeol estaba parado frente a un hueco en la tierra, su ojo y nariz estaban rojos por haber llorado tanto, ahora ya no tenía lágrimas, solo un fuerte dolor de cabeza que estaba ignorando.
Cómo lo había supuesto, algunos miembros de su familia murieron, pero él que más le había dolido fue su hermano, Jongdae y su omega, Minseok. Ambos trataron de proteger a sus pequeños cachorros hasta su último aliento, pero aquella pequeña familia pereció.
Cuando Chanyeol se enteró, se había desmayado, pero ahora tenía que ser fuerte, así que con una calma fingida, veía como sepultaban los cuerpos tapados de su hermano y la pequeña familia. Jongdae podría dar los peores consejos del mundo, pero fue uno de los pocos miembros de su familia que jamás lo hizo de menos ni lo apartó nunca.
Bajó la cabeza cuando empezaron a tirar la tierra encima. Mientras respiraba hondo para no desmayarse otra vez, pudo ver de reojo una carrera yéndose. Sabía quiénes iban ahí; eran los cuerpos de Luhan y Sehun, ambos murieron por desangre según le había dicho el médico, al parecer Sehun acurrucó el cuerpo de Luhan para luego dormir para siempre a su lado.
Cuando todo culminó, metió las manos en los bolsillos de su pantalón y comenzó a caminar lejos de ahí. Con las lágrimas bajando por sus mejillas fue hasta su casa, no la de sus padres, sino la suya, la que construyó para su familia y en la cuál vivió con Baekhyun.
Aunque el cielo amenazaba con derramar lluvia helada, no pasaba de ahí y solo corría el viento frío. Sus pasos lentos llegaron hasta la casa y apretó los labios cuando entró. Todo era tan silencioso ahora y eso le carcomía por dentro, odiaba ese tipo de silencio.
Cuando entró a la habitación principal, pudo ver el cuerpo de su verdadero destinado, aquel que le fue arrebatado por el capricho de alguien más. Suspiró otra vez y vio con cariño a su hijo, quien descansaba en su cuna junto a la cama.
Ahora, no sabía cómo iba a decirle a Baekhyun que su madre había muerto también, de hecho Chanyeol pudo verla en sus últimos momentos. Se sentó en el borde de la cama mientras recordaba lo que pasó.
Cuando Baekhyun estuvo siendo atendido por el médico, Chanyeol se levantó, porque el médico le dijo que debía traer un poco de agua, y ya los guardias y los otros alfas estaban buscando heridos o los cuerpos de sus familiares. Fue ahí que la vio, la señora Byun estaba acostada en un charco de sangre junto a algunos arbustos, así que se apresuró hacia ella.
—Tengo que llevarla con el médico —dijo de inmediato mientras acomodaba a su bebé en su brazo.
—No, no —negó con su cabeza, dejando escapar hilos gruesos de sangre—. Sé que me iré en unos momentos —dijo con dificultad—. Solo quiero pedirte perdón y a mi hijo —tosió más sangre—, porque los obligue a estar juntos.
—¿De qué habla? Necesito llevarla —frunció el ceño, intentando levantarla.
—Yo induje el celo de mi hijo con un aceite —tomó una pausa para respirar profundo—, y te engañe para que fueras a la casa —cerró sus ojos, sintiéndose cansada—. Perdóname, yo solo quería lo mejor para mi hijo, no pensé en lo que tú querías —comenzó a ahogarse.
—¿Qué? —sus labios se abrieron por la sorpresa— Señora Byun —la llamó cuando ella dejó de hablar.
—Perdón —susurró con mucho esfuerzo.
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Sempiterno [Segunda Parte]
FantasíaEl destino es algo impredecible, ya está escrito, pero las personas que nos regimos bajo el inquebrantable libro de la vida no sabemos cuál es el siguiente paso. Park Chanyeol nunca esperó que un accidente lo llevará desde su hogar con su esposo a...