XV

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Baekhyun se comenzó a levantar poco a poco cuando sus ojos se abrieron, tuvo un sueño bastante extraño dónde un bebé lloraba mucho, así que su sistema se alarmó, sin embargo, ahora que estaba sentado ya no podía escuchar nada.

Fue hasta el baño del cuarto para lavar su rostro y luego limpió sus dientes. Suspiró para luego salir de la habitación y pudo oler algo en la cocina, así que se acercó. El omega amplió sus ojos de manera extrema, porque vio a Chanyeol cocinando, y a Minyeol en su cuna alta.

—Hola —saludó, yendo hasta la mesa donde se sentó.

—Oh, ya despertaste —dijo Chanyeol con una sonrisa—. Buenos días ¿Dónde estabas? Me preocupaste.

—Ah sí, yo —desvió la mirada— me quedé conversando en casa de un amigo, lo siento mucho, no pasará de nuevo —dijo apenado.

—Está bien, Minyeol se durmió con hambre —señaló al pequeño bebé.

—Oh sí, lo siento —sacudió su cabeza y se levantó para ir hasta Minyeol—. Lo siento mucho, bebé —susurró en forma infantil y agarró en brazos a su pequeño mientras se bajaba la ropa para dejar que Minyeol tomara su pezón—. Lo siento, Yeol —dijo sin verlo—. Por cierto ¿Ya recuerdas como cocinar? —levantó su mirada hacia él y vio que estaba sonrojado.

Baekhyun de inmediato se percató que estaba mostrando su pecho, así que se dio la vuelta. Para él era ridículo, porque Chanyeol muchas veces había estado pegado a sus pezones como un ciervo hambriento, pero sabía que ahora las cosas eran diferentes.

Se preguntaba si Chanyeol recordaba sus encuentros íntimos en la cama, sus besos o las palabras de cariño que compartían. Sacudió su cabeza para dejar de pensar en eso y luego se sentó en la mesa, tapando su pecho, y por consiguiente a su bebé, con su velo.

—Yo te busque en la mañana, pero como ví que dormías profundamente, me metí aquí para ver si podía hacer algo —empezó a decir mientras daba la vuelta a las tortillas—, entonces comencé a recordar un poco.

—Ya veo —asintió—, pues huele bien. Sinceramente nunca he comida algo hecho de tus manos —miró hacia arriba, recordando eso.

—¿En serio? En mis recuerdos yo solía cocinar en mi juventud —dijo, juntando su entrecejo.

—Me imagino que como yo siempre cocinaba, no tenías necesidad de hacerlo —se encogió de hombros, quitándole importancia—. Da igual, ahora lo probaré.

—Todavía no recuerdo bien, pero hice mi mejor esfuerzo —sonrió con torpeza y, empezó a servir la comida en dos platos junto a las tazas con té humeante.

Baekhyun lamió sus labios cuando un plato se puso delante de él; acomodó a su bebé en su brazo y con la mano libre tomó un tenedor con el que cortó un trocito y lo llevó a su boca. Sus ojos grises brillaron cuando la comida empezó a ser saboreada, así que luego terminó de masticar.

—Realmente cocinas muy bien —dijo efusivo y siguió cortando más trozos—, si hubiera sabido, te hubiera dicho que me enseñes.

—¿No lo hice? —ladeó su cabeza—. ¿Qué solíamos hacer para pasar el tiempo?

Baekhyun lamió su labio inferior con la punta de la lengua y luego recordó que en realidad solo solían pelear, con las discusiones empezadas por él, y eso le hizo sentir triste.

—Al principio no nos llevábamos bien y peleabamos —su voz denotaba su poca energía—, después bueno... —suspiró— tú solías pasar casi todo el día en tu trabajo, así que no teníamos mucho tiempo aquí en casa.

—Se escucha como un matrimonio aburrido —dejo salir una corta risa y vio como Baekhyun bajaba la cabeza, si estuviera en su forma de lobo podría jurar que también bajaría sus orejas—. Eres realmente muy tierno —se rio.

Sempiterno [Segunda Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora