Capitulo 4

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Meylin señalo la fecha que estaba escrita en la parte superior derecha del cuaderno mientras las lágrimas mojaban sus mejillas

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Meylin señalo la fecha que estaba escrita en la parte superior derecha del cuaderno mientras las lágrimas mojaban sus mejillas.

Yibo: es justo una semana antes de que se fuera

Meylin: así es, él sabía que se estaba yendo, mi niño siempre tan valiente, aun así sonreía, no puedo olvidar su rostro pálido, sus labios resecos y su mirada perdida

Yibo: mi experiencia me demostró que es así, los pacientes con cáncer terminal parecen saber cuándo está llegando su momento

Meylin: debe ser muy difícil para ti revivir lo que paso con tu hermano con tus pacientes

Yibo: lo es pero al mismo tiempo es una catarsis, sentir que puedo hacer algo para aliviar su dolor es un bálsamo para mis propias cicatrices

Meylin: definitivamente eres un hombre joven muy maduro

Yibo: ¿de veras lo crees?

Meylin: lo creo, ¿Cómo está tu esposa y tú bebe?

Yibo: ellos están bien, Lian está volviendo a trabajar

Meylin: no quiero que se haga tarde, ve a casa con tu familia, me gustaría conocerlos algún día

Yibo: claro, los traeré un día para que los conozcas

Al levantarse el cuaderno que Yibo tenía en la mano se abrió en otra página donde había unos dibujos de conejitos junto a una linterna, se quedó viendo el dibujo hasta que se dio cuenta que Meylin extendía su mano para tomar el cuaderno.

Yibo: lo siento, Zhan era bueno dibujando

Meylin: amaba el arte, un día deberías ver sus cuadros

Yibo: eso me encantaría, bueno me voy

Meylin: te veo otro día

El asintió con la cabeza y ella lo vio marcharse, se quedó mirando el dibujo de su hijo por un momento luego levanto la vista al cielo y dijo...tú y el hubieran sido buenos amigos mi niño.

A partir de ese día cada viernes al caer la tarde ellos se encontraban y leían algunas cosas que Zhan había escrito en sus cuadernos, a pesar de que muchas veces Yibo le pidió a su esposa que lo acompañara ella se negaba siempre, un par de veces se llevó a Yuan para que Meylin lo viera, el niño tuvo una conexión casi inmediata con la dulce mujer, ella empezó a llevar algunas cosas para el niño aunque este no estuviera allí, los viernes cuando Yibo no podía venir ella lo extrañaba.

Se habían convertido en buenos amigos, en confidentes y en el paño de lágrimas del otro.

Yibo sentía que ella era la única persona que lo entendía realmente y más allá de eso Meylin era buena escuchando ,él podía desahogarse sobre las cosas que pasaban en su sala de oncología ,no era así con su esposa ,ella no quería escuchar sobre sus pacientes , la entendía ,no eran cosas agradables de las que hablar pero algunas veces el sentía que era injusto ya que el escuchaba sobre los casos que ella representaba y algunos eran realmente malos y a diferencia de sus pacientes que no eligieron estar enfermos ella hablaba de criminales que escogieron hacer daño a otros ,de personas que fueron
maltratadas injustamente ,de niños que tuvieron que sufrir a manos de sus progenitores ,lamentablemente ellos se estaban distanciando lentamente ,ya no había cosas en común y parecía que lo único que los unía era su hijo ,Yibo cayó en su realidad el día que su padre comento tranquilamente ,Lian y tu parecen un par de amigos en lugar de una pareja .

En cada otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora