En cada otoño ,descubriremos a un personaje lleno de melancolía, tristeza y nostalgia que aprenderá a lidiar día a día con todo esto aunque los demás no entiendan su forma de hacerlo, acompañado de alguien que pasa por lo mismo, a estas dos personas...
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Yibo y Lian llegaron a un acuerdo, el divorcio fue un hecho, sus padres no entendían nada, ellos no permitieron que buscaran culpables para su decisión, ambos compartirían la custodia de Yuan y pasarían tiempo con el niño.
Yibo: lo siento Lian
Lian: ¿Por qué te disculpas?
Yibo: tal vez debí esforzarme más
Lian: no, yo comprendí que no se puede obligar al corazón a amar, solo deseo que seas feliz Yibo, me gustaría que tu corazón encuentre la calma
Yibo: también deseo que seas feliz
Yibo recogía a Yuan algunos días y otros ella, de la misma manera lo hacían por la mañana, se turnaban para llevarlo a la guardería, con el tiempo la rutina siguió de la misma forma cuando empezó la escuela.
Lian se dio un tiempo para sí misma antes de empezar una nueva relación, se veía renovada y feliz, Yibo siguió viviendo en el estudio, cada viernes se encontraba con Meylin, algunas veces llevaba a Yuan, el niño la veía como su abuela y ella aprovechaba para consentirlo, increíblemente después del divorcio Lian y ella mantenían una relación cordial que con el tiempo se convirtió en una hermosa amistad.
Lian conoció a un abogado hijo de padres americanos pero criado en China, empezaron a salir, se tomaron las cosas con calma, ella espero casi un año antes de presentarle a su hijo, él fue paciente y supo ganarse su corazón pero no solo eso, también se ganó el aprecio de Yuan y de su familia.
Yibo le demostró al abogado Jhon Watson que no tenía motivos para sentir celos, el respeto entre ellos creció y fue bueno para el niño.
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Lian: Meylin necesito un favor
Meylin: claro cariño, dime en que puedo ayudarte
Lian: Yibo está en una cirugía importante hoy y no podrá recoger a Yuan, mis padres están de viaje y la madre de Yibo no se ha estado sintiendo bien, ¿puedes por favor recoger a Yuan por mí?
Meylin: por supuesto, quédate tranquila
Ese día Yuan estaba feliz, el niño amaba pintar en el cuarto de Zhan, a pesar de que Yibo había visitado su casa varias veces, Meylin nunca lo invito a ver esa habitación, solo dejo que el vea algunos de sus cuadros, Yibo aprendió a respetar su tiempo como ella hacía con él, pero el niño tenía acceso a ese cuarto desde el día que entro sin permiso de Meylin,
