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SE CERRÓ EL CASO MARTINA FIGUEROA

Ayer por la tarde finalmente se conoció la sentencia del juez Triboldi en la causa por el secuestro de Martina Figueroa. Su ex padrastro, Carlos Olmariana, y su cómplice, Oscar "el Jefe" Sandametrio fueron encontrados culpables y condenados a doce años y medio de prisión. Por su parte, Gian Luca "Chapi" Bianchi fue absuelto, al no encontrarse pruebas sólidas en su contra. El testimonio de la propia Martina a favor de su ex novio fue probablemente de mucho peso.

Con esta sentencia se cierra, después de dos años, el caso del secuestro de Martina Figueroa, que había comenzado con la causa por averiguación de paradero. El fiscal Ernesto Caprola era quien estaba a cargo de esa causa, y luego continuó a cargo de la causa por secuestro, para luego ser reemplazado por el fiscal Antonio Gutiérrez cuando se decubrió el parentesco entre Caprola y Bianchi. Gutiérrez, que demostró un carácter y una agresividad muy diferentes al tono calmo pero decisivo de Caprola, declaró que no está satisfecho con la sentencia: "Ese muchacho quedó sin juzgar, ¡tiene que estar en la cárcel junto con los otros dos! Y la propia Martina debería estar condenada por falso testimonio". Estos dichos generaron mucho repudio, pero...


Hice a un lado La Nación cuando me cansé de leer. Estaba tirado en el sillón, descansando. Había estado un largo rato estudiando, y necesitaba un descanso. Estoy poniéndome las pilas, de verdad. Estoy estudiando como estudiaba antes, cuando me iba bien en la escuela. Creo que ya les dije que este año terminaría el secundario. Y estoy muy contento.

A pesar de eso, me bajoneó un poco ver que Migue, que tiene la misma edad que yo, ya se haya recibido de nada más y nada menos que abogado. Hoy a la mañana me junté con él. Fuimos a desayunar a un bar que está re bueno. Yo le dije de vernos porque me había quedado con ganas de saber más de él, no podía creer que nos reencontráramos después de tantos años ¡y que él haya sido mi abogado!

Me contó que esa pareja que lo adoptó resultó ser "lo más". Todavía vive con ellos, dice que es muy feliz. No tiene hermanos, pero sí un gato. A mí no me gustan los gatos. Me dijo que cuando estaba terminando la secundaria se dio cuenta de que lo suyo eran "las leyes" y todo eso. Así que de inmediato se metió a estudiar abogacía en la UBA. Yo me sentí muy orgulloso de él. Hacía mucho no pensaba en él, pero las últimas veces que lo había pensado, lo recordaba como ese nenito chiquito que era, como yo también era. Y verlo de pronto así, tan grande... Era increíble.

—Vos me ves a mí y debés pensar "Ja, qué tipo fracasado" —le dije, mientras desarmaba una medialuna con los dedos. No sé por qué le dije eso. Después me di cuenta de lo mal que estuvo.

Él me miró a los ojos y sacudió la cabeza con determinación.

—¿Sabés que no? —dijo—. Todo lo contrario. Vos tuviste una vida difícil, Chapi. Por supuesto que estaba al tanto de todo lo que te pasó antes de tomar esta causa. Vos me habías dicho que tus papás habían muerto en ese accidente, y después me enteré de lo de tu papá y... No pienso en absoluto que seas un fracasado. Es más, yo también siento orgullo. Porque estás acá. Y estás bien. Y lograste rodearte de personas que te quieren de verdad. Parece una estupidez, pero no todos logran eso. No todos reciben amor de verdad. Yo... Yo no sé si hubiera podido resistir tantas desgracias como vos. Pensaba que mi vida era triste por haber sido abandonado cuando era un bebé, y con el tiempo llegué a la conclusión de que era más fácil así, hacer de cuenta que saliste de un repollo y listo. No tener que sufrir la pérdida de tus papás. Y a pesar de eso, soy plenamente consciente de que mis papás me abandonaron. Y aunque me muestro superado, no es fácil lidiar con eso.

Asentí en silencio. Me sentía muy, muy imbécil por lo que había dicho. Y me recordé que nadie tiene una vida fácil. Y también me sentí mejor conmigo mismo.

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